De donde colocar la zanahoria...

Ayer mismo se celebraba un lustro, el 5º aniversario de aquel gol de nuestro añorado Antonio Puerta y que nos abrió las puertas de la gloria.

Lo que vino después, el éxtasis.
Todo el crecimiento actual de la Entidad, en lo deportivo y también en lo económico se fundamentó en la consecución de aquellas otroras UEFAS, hoy Europa League.

Pero que cierto es, que quien no evoluciona tiende al ostracismo.
El Sevilla FC, tras hacerse fuerte en la 2ª competición europea, dio el salto a la competición por excelencia en el viejo continente, la liga de Campeones.

En las dos ocasiones en que se ha competido en la misma, tras una brillante fase de grupos terminando como 1º, se acabó cayendo en ambos casos en 1/8 de final.

Esta temporada, tras caer en la previa de champions frente al Braga, hubo que bajar el listón.
La Europa League pasaba a ser objetivo prioritario para un equipo teóricamente hecho para competir por cotas más altas.

Eliminados también en 1/8 de final por el futuro campeón de esta "nuestra competición", el Oporto de Vilas Boas, las aspiraciones en liga eran volver a la máxima competición.
Desgraciadamente, a falta de 5 jornadas, la lucha de este equipo se centra casi exclusivamente por asegurar plaza en Europa a través de la antigua UEFA.

Y tengo la sensación que estamos desdeñando esa posibilidad.
Dando casi por hecho que se conseguirá..., pero con un manto de desilusión aunque así fuera.

Y es que el haber colocado la "zanahoria" tan alta en estos últimos años, ha hecho que la obligada bajada de la misma se tome casi como un fracaso.
Y puede ser...

Más no lo creo.
Entrar por 8º año consecutivo en Europa no está al alcance de cualquiera.
A pesar de lo irregular de la temporada, a pesar de estar en pleno proceso de "transición", el Sevilla tiene a su alcance el volver a competir en Europa.

De no ser así, estariamos hablando de otra cosa.

Y viendo la semifinal que esta noche han disputado el Villarreal y el futuro campeón de la presente edición de la Europa League, (que equipazo), ha vuelto a asomar en mi la nostalgia.
Nostalgia de aquel gol que en otra semifinal europea, hace un lustro, cinco años, nos cambió a todos la vida.

Solo nos queda una opción. Luchar hasta el final por ella.
El hurgarnos las heridas por no volver a liga de campeones solo nos llevaría a la frustración y a bajar los brazos.

Es otra opción.
Desde luego no será la mía.
Al final del campeonato, tiempo para hacer balance, para separar la paja del grano y para poner las cartas sobre la mesa.

Un ruego.
La zanahoria, a poder ser, "que no me la meneen tanto", ( se que suena mal, pero se que se entiende bien...).
Que la pongan a la altura que los que mandan, los que saben estimen oportuno.

Pero lo que hace dos días era condición vital para la Entidad, no puede pasar a ser objetivo "por encima de las posibilidades reales" a las primeras de cambio.

De momento, para asegurar alcanzar esa zanahoria, Almería, Almería, Almería.
Mal asunto si seguimos bajándola.