Hasta hace pocas semanas, justo a la llegada de Michel, a nadie se le escapa que el ambiente en el sevillismo, en todo lo que rodea al ámbito sevillista era de una casi inasumible y hostil crispación, aderezado con el desasosiego y la intraquilidad que teníamos todos en el cuerpo ante la situación deportiva del equipo.
Creo que la crispación en la propia afición no es algo novedoso, desgraciadamente ya llueve sobre mojado. Sin embargo, hasta el cambio de entrenador, creo que se elevaron a definitiva algunas afirmaciones, algunas tesis las cuales a mi no me cabe ninguna duda que el tiempo pondrá cada una de ellas en su sitio, de la misma forma que pondrá y retratará a cada uno en el lugar que le corresponde.
Os propongo poner sobre el papel una hipótesis, una de tantas con las que algunos pretenden hacer verdades absolutas. Yo no soy tan osado, solo quisiera presentarla como lo que es, una mera hipótesis sin menoscabo que para quién os escribe tiene fundadas esperanzas que al final pueda hacerse realidad.
Imaginemos que al final de temporada, este Sevilla acaba en puestos de liga de campeones o como mal menor, en puestos europeos.
Me pregunto: aplicando una regla de tres directa, si hasta la llegada de Michel los principales culpables de que el Sevilla estuviera a punto de descender, de que sucumbieramos, de que se destruyera el proyecto eran Vizcaino, Del Nido y Monchi, en caso contrario, caso de que por noveno año consecutivo el Sevilla tuviera la posibilidad de disputar competición europea, ¿quienes serían los responsables?.
En concreto, tampoco es nada nuevo, se acusa a Monchi, director deportivo de la Entidad de haber sido el principal artífice del descalabro de este equipo en los últimos años. Si, para algunos, más allá que el Sevilla haya bajado un escalón en relación a hace dos-tres años, la situación actual es un autentico descalabro...
Y nuevamente, como única arma arrojadiza, como único argumento para desacreditar, eso si que no tiene vuelta atrás por más que algunos se empeñen día si, día también, a uno de los mayores artifices de los éxitos del Sevilla, léase Monchi, como os decía, como piedra angular de ese descrédito, la politica de fichajes que el recien renovado por cinco años más como director deportivo de la Entidad ha llevado a cabo en los últimos años.
Se que es para nada, por mucho que el propio Monchi lo haya explicado por activa y por pasiva, que incluso el presidente haya corroborado en más de una ocasión estas explicaciones (que mayor corroboración que la citada renovación por cinco años más al frente de la dirección deportiva del Sevilla), para algunos todo caerá en saco roto.
Todo el mundo del fútbol no duda en valorar el trabajo que desde la dirección deportiva del Sevilla se lleva a cabo en los últimos años, concretamente desde que Monchi se hizo cargo de la misma. Quiero pensar que esa gente del mundo del fútbol, seguramente no todos, pero si la mayoría, tienen muchísimos más argumentos y más solidos que cualquier aficionado que en la mayoría de las ocasiones hablamos desde las vísceras y con el único horizonte de opinar si este jugador nos parece bueno o es un autentico paquete, dicho sea de paso, por más que en muchísimas ocasiones el tiro nos salga más que desviado tanto en un sentido como en el otro.
Y es que una cosa es que los jugadores que se han fichado bajo el beneplácito de esta dirección deportiva y bajo la anuencia del propio presidente José María Del Nido hayan sido o sean buenos futbolistas, y otra cosa su posterior rendimiento en el Sevilla más allá del coste de esos fichajes, cosa que por más que a muchos nos fastidie, esos costes los pone el mercado en cada momento y en cada situación.
Permitidme que os haga una breve exposición con algunos de esos futbolistas que ha sido puestos en el disparadero casi desde el primer día y en cuyo caso han servido para ajusticiar a Monchi y a su dirección deportiva.
Os hablo por ejemplo de Romaric, donde aquí se le ha satinizado hasta la saciedad, algunas veces con razón, otras con menos, la mayoría de las veces, a mi juicio, con ninguna. Hoy está cedido en el Español, hombre importante para Pochetino y en el que incluso ha marcado ya tres goles. Por cierto, quién lo iba a decir, se ha convertido en un ídolo para la afición y además, es hasta querido...
Koné, eternamente lesionado, cuyo rendimiento ha sido nulo en el Sevilla y que hoy es uno de los hombres franquicias del Levante, marcando goles y además jugando a un muy buen nivel tratándose del equipo que está.
Dabo, un joven futbolista que llegó la temporada pasada y que hoy juega en el Olimpique de Lyon francés.
Konko, ese futbolista que dejó detalles de ser tan buen jugador como díscolo e introvertido hasta límites insospechados, fue traspasado en el mercado de invierno del año pasado al Genoa, su club de procedencia y que este año ha sido fichado por la Lazio italiana, equipo que en la actualidad está clasificado para liga de campeones en cuarta posición.
Zokora, cuya primera temporada deslumbró por su fuerza y su potencia, siendo uno de los futbolistas más considerados ese primer año y el mismo que en su segunda temporada, secundados por una corriente de descrédito total hacia el futbolista, paso a ser poco más o menos que un paquete.
Mosquera, Aquivaldo. Criminalizado y maltratado hasta la saciedad, y no solo por la prensa sevillana, el cual más que le pese a muchos su rendimiento estuvo muy por encima del que algunos se empeñaban en certificar, un futbolista que demostró tener vergüenza y orgullo, que se puso aún estando casi convaleciente de una lesión de tobillo a disposición del entonces técnico sevillista, Manolo Jiménez para jugar en una posición que no era la suya, lateral derecho ante la lesión de Crespo y el pasotismo del mencionado Konko.
Hoy, Mosquera, Aquivaldo, juega en el Club América de México y sigue representando a su país en el combinado nacional de Colombia, por cierto, en esta última convocatoria compartió vestuario con Bernardo, central del Sevilla cedido en la actualidad en el Racing de Santander.
Conociendo el percal, no estoy diciendo con esto que Mosquera haya sido el mejor defensa que ha pasado por el Sevilla FC en toda su historia, pero tampoco pienso que haya podido ser esa autentica calamidad que nos quisieron vender algunos periodistas, donde llegaron a afirmar incluso que no era ni futbolista.
Mención aparte merece Lautaro Acosta. El argentino debido a las innumerables lesiones de tobillo y musculares no ha tenido la más mínima oportunidad de demostrar el porqué de su fichaje. En la actualidad como sabéis está cedido en el Racing de Santander intentando volver a ser ese veloz y "ganchero" extremo que jugaba en Lanús y que le llevó a convertirse en un verdadero ídolo para "La 14", la animosa hinchada del equipo argentino.
Desgraciadamente, más de dos años sin jugar está siendo una losa demasiado pesada para ese maltrecho tobillo y para poder recuperar un estado de forma medianamente óptimo para competir en la élite. No obstante, me quedo con las intenciones del que este verano parecía que iba a ser técnico sevillista (tanto que algunos incluso lo vieron aquí en Sevilla...), Marcelo Bielsa. Según cuentan, el técnico argentino pidió como una de las condiciones para entrenar al Sevilla que Acosta permaneciera en la plantilla: "El Laucha" y después el resto..
Me voy a tomar la licencia de retrotraerme unos años más atrás, en concreto me estoy refiriendo a Cristhian Poulsen, aquel centrocampista que llegó del hielo, que deslumbró en su primera temporada, tácticamente perfecto y que fue uno de los baluartes de la dirección deportiva por aquel entonces.
Desgraciadamente, su segundo año no fue ni por asomo siquiera la sombra del que fue en su primera campaña. A decir verdad, esa segunda temporada fue nefasta por parte del futbolista danés.
De Mul, Guarente, Alexis, etc, etc...
La lista es amplia sobre todo en los últimos años, con matices de todos los colores y donde indudablemente que han existido errores, como en cualquier equipo del mundo. Me niego por otra parte a creer que todos esos futbolistas que por una razón u otra no han rendido en el Sevilla FC sean unos autenticos paquetes como cierta prensa local nos han querido vender y como cierto sector de la afición nos quieren hacer ver.
Pero a mi se me hace muy complicado pensar que una dirección deportiva como la del Sevilla, superprofesionalizada y reconocida desde todo el mundo futbolístico vaya a a fichar a un futbolista por capricho, al voleo, cualquier paquete del tres al cuarto. A mi no me cabe duda que antes de acometer cualquier incorporación, Monchi y por ende, el presidente José María Del Nido han pormenorizado todos y cada uno de los detalles que concierne al futbolista en cuestión.
Que a nadie se le escapa que el rendimiento de muchos de los futbolistas que se han fichado no ha sido ni por asomo el esperado, incluso para Monchi y el propio presidente, que igual no se han cubierto deficiencias en su momento pero que de la misma manera se ha tenido la capacidad de reforzar el equipo en el mercado invernal, que digo yo que para eso está..., que por otro lado, se ha dado obligado por las circunstancias un necesario viraje en el banquillo del equipo, pero de ahí a que se pretenda hacer ver que el hecho de que no se sigan ganando títulos (cosa facilísima y al alcance de cualquiera) es culpa de Monchi y la dirección deportiva, creo que va un abismo.
Con todo, indudablemente que la responsabilidad de esos fichajes no deja de ser de esta maltratada dirección deportiva y como tal hay que exigirles, independientemente de las causas del bajo rendimiento de algunos de esos fichajes. Mal haríamos si cayéramos en la autocomplacencia en ese sentido. Es por ello que no estaría de más que los que toman las decisiones en este club hicieran un sano ejercicio de autocrítica para tratar de minimizar los riesgos de ese bajo rendimiento en futuros fichajes, entre otras cosas, porque un club como el Sevilla no puede permitirse en el plano económico que las inversiones efectuadas en fichajes resulten infructuosas más de lo deseable.
Cuando se fichó a Zokora o a Poulsen, ¿eran buenos fichajes sus primeros años o tras la segunda temporada fueron unos fiascos? ¿Que responsabilidad DIRECTA hay por parte de la dirección deportiva en un caso u otro? En definitiva, ¿fueron buenos o malos fichajes?
Este año más de lo mismo. A las primeras de cambio y después de una para mi, ineludible pero traumática transición, ni Spahic, ni Del Moral, ni Trochowski, ni Coke, ya mismo ni Babá, veremos a ver Cala y Reyes...son futbolistas para el Sevilla FC.
Tampoco lo eran Luis Fabiano, ni Alves, ni Kanouté, ni Palop...
Volviendo al inicio del post, volvamos a esa "descabellada" hipótesis de que este Sevilla acaba en puestos de liga de campeones o en su caso, puestos europeos; aquellos que hasta hace solo un par de meses pedían la cabeza del director deportivo ante la marcha del equipo, ¿seguirían pensando lo mismo?
Que duda cabe que la campaña no está siendo la ideal, a decir verdad, a estas alturas me atrevería a calificarla de suspenso, fuera de Europa a las primeras de cambio y eliminados en octavos de la copa del rey por el Valencia y en liga, a pesar de la mejoría experimentada en las última jornadas lejos de los objetivos, pero creo sinceramente que de hacerse realidad esa hipótesis, la temporada se habría culminado de manera notable: 9º año, NOVENO consecutivo con la posibilidad de jugar en Europa (busquenme tres equipos en España, solo tres que puedan decir lo mismo...)
Claro, que para entonces, casi nadie se acordará ya de algunas de las barbaridades que se dijeron allá por el mes de Enero.
Como quiera que sea, tanto una cosa como la otra, no son más que eso, meras "hipótesis".