Conozco a Antonio desde hace poco tiempo. La culpa la tienen dos auténticos "cracks" del fútbol, Rocío y Sergio, bueno, y Pablo, y David, y Adel..., etc..., que disfrutan jugando al fútbol y que han hecho posible el que yo tenga la oportunidad de conocer a Antonio, un buen tipo.
Quisiera aprovechar para concienciar de la importancia y la necesidad de los trasplantes de órganos. No cuesta nada, bien bajo un testamento vital o previo aviso a la familia, el hacer nuestra última obra, inmensa en este caso donando nuestros órganos a quién lo pueda necesitar para seguir viviendo.
Lo de hacerlo en vida, entiendo que eso está al alcance de muy pocos, apto solo para "héroes" como Antonio, ejemplo a seguir aunque nunca es tarde y con el deseo de que esta sociedad fuera capaz de tomar conciencia de la verdadera dimensión de estos actos.
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Rocío es su hija pequeña. Ella y su hermana Triana junto a Sergio, mi hijo al que seguro mucho de vosotros ya conoceréis, juegan en los benjamines del CD Vistazul de Dos Hermanas.
Oiréis hablar de Rocío, ya os lo digo yo... De momento, ha sido cazada por los escalafones inferiores del Sevilla femenino y alterna entrenamientos en ambos equipos con la intención de que la temporada que viene pase definitivamente a la disciplina sevillista.
Como es habitual, y los que tenéis hijos pequeños jugando al fútbol en el equipo de vuestro barrio lo sabréis muy bien, durante la semana, los padres solemos acompañar a los chicos a los entrenamientos y mientras ellos aprenden y disfrutan con lo que más le gustan, el balón, nosotros, los padres, nos juntamos y hablamos de nuestras cosas, de nuestras penas y de nuestras alegrías. En los tiempos que corren, desgraciadamente más de las primeras que de las segundas...
Muchas tardes al sol...
Quisiera aprovechar para mandar un afectuoso saludo a los David, Carlos, Jesús, etc...compañeros de fatigas y también de no pocas alegrías y los cuales entre todos hemos formado una pequeña gran familia en torno a nuestros hijos y a su entrenador David Parra.
Dejadme que os hable de Antonio.
Antes de nada y como este es un blog sevillista, precisamente por ello, debo hacer mención a su beticismo reconocido. Un betico, pero de los buenos, sin más. No se puede tener todo...
En cualquier caso, Antonio ha tenido la fortuna que su hija Rocío haya "purificado" su casa llevando su sevillismo por bandera. Sevillista y de las buenas, sin más. Por cierto, Rocio al igual que Sergio, es una autentica fan y admiradora de Diego Perotti. Imagino que a la vuelta de las vacaciones de la 1ª plantilla algo habrá que hacer...
Desde el mismo momento que me contó su historia, tenía claro que más pronto que tarde tendría que hablaros de ella, siempre con su consentimiento claro está. Y ese momento, ha llegado.
Antonio no es un tipo cualquiera, no creo que sean muchos los que se atrevan a hacer lo que mi amigo Antonio hizo ahora poco mas de tres años.
Costalero de la hermandad de San Gonzalo desde 1986, hasta el 2009 tan solo dejó de cumplir con su devoción durante tres años por una delicada operación de hemotórax de pulmón. El 9 de febrero de ese año Antonio hizo la estación de penitencia más solidaria y gratificante desde que se pusiera el costal por primera vez hayá mediados de los 80.
En esta ocasión, aquel día su cuadrilla era algo diferente. Enfundados en batas verdes y blancas, los médicos que acompañaron a Antonio en la "chicotá" más hermosa de su vida, una chicotá de auténtica fé, se encargaron de extraerle un riñón perfectamente sano con la única finalidad de salvar, de regalar una nueva vida a Rosario, de 43 años, amiga de su mujer Mª Carmen y afectada de una insuficencia renal severa, con sus dos riñones practicamente paralizados y a la que le urgía un nuevo riñón para seguir viviendo de una manera digna.
Ante la incompatibilidad en la donación de su marido, Rosario encontró en Antonio su ángel de la guarda. Este héroe de carne y hueso, de corazón y alma no lo dudó un momento. Tras pasar no pocos y engorrosos chequeos médicos y tras superar la autorización de un juez para comprobar que no había ánimo de lucro en este generoso, altruista y heroico gesto, Antonio no tuvo ninguna duda.
Si a cualquiera de nosotros nos preguntaran si seríamos capaces de donar un riñón por nuestros hijos, imagino que el 100% de las respuestas serían afirmativas. No era el caso. Poco importaba. En aquellos momentos, Antonio solo vio el sufrimiento de Rosario y su familia y dio ese paso al frente que dan los hombres de bien, héroes anónimos que sin necesidad de capas ni trucos de artilugios son capaces de regalar la sonrisa, de devolver la vida a quién sin remedio ni solución de continuidad la está perdiendo.
Quisiera aprovechar para concienciar de la importancia y la necesidad de los trasplantes de órganos. No cuesta nada, bien bajo un testamento vital o previo aviso a la familia, el hacer nuestra última obra, inmensa en este caso donando nuestros órganos a quién lo pueda necesitar para seguir viviendo.
Lo de hacerlo en vida, entiendo que eso está al alcance de muy pocos, apto solo para "héroes" como Antonio, ejemplo a seguir aunque nunca es tarde y con el deseo de que esta sociedad fuera capaz de tomar conciencia de la verdadera dimensión de estos actos.
A día de hoy, tanto Antonio como Rosario llevan una vida medianamente normal.
En el caso de Antonio, quizás no tanto...
De momento, la salud le está respetando, con sus muchos achaques fruto en gran medida de sus más de 20 años metidos debajo de la trasera del paso de palio de la Virgen de la Salud de San Gonzalo (sus rodillas le están mortificando).
Sin embargo, la vida de Antonio, el día a día suyo y de su familia es hoy algo más sufrida.
Como a miles de españoles, la crisis, la puñetera crisis ha cogido a Antonio completamente en bragas...Bueno, me parece a mi que si le hubiese cogido aunque fuera solo en bragas tendría algo con que cubrirse.
Pagos, facturas, hipotecas que no esperan y lo que es más grave, a su puerta comienzan a llamar, por motivos que no vienen al caso los temidos embargos...
Antonio y su mujer, Mª Carmen no lo están pasando nada bien. Tratan por todos los medios que sus cuatro hijos, Sergio, Israel y sobre todo las más pequeñas, Triana y Rocio noten lo menos posible los efectos de su precaria economía.
Su madre, una trabajadora incansable, se busca la vida como puede y donde puede intentando mantener la casa en pié y Antonio, un currante nato, toda su vida trabajando, no le ha hecho asco nunca a nada, desde gruista de obra pasando por la hostelería pero que en los momentos actuales, pocas o nulas son las oportunidades que se le presentan para poder sumar en casa.
El invierno ha sido muy frio y muy duro para ellos. Desgraciadamente,
el verano, a pesar de las altas temperaturas que hace en esta nuestra
tierra, no vislumbra que puedan entrar facilmente en calor...
Me consta que la familia de Rosario, la receptora del riñón de Antonio les está ayudando cuanto puede, pero desgraciadamente, esto no es suficiente.
Desde aquí, desde Almas Sevillistas, quisiera hacer mi pequeño homenaje a este héroe con alma y a toda su familia, Mª Carmen y sus cuatro hijos con el deseo que más pronto que tarde comiencen de nuevo a respirar.
Ese es mi deseo. Permitidme también un ruego. No suelo hacerlo, pero creo que esta es una ineludible oportunidad para ello. Os pediría a todos los amigos de Almas Sevillistas que me ayudasen a encontrar un rayo de esperanza para Antonio. Se que la situación laboral en España está como está, en Sevilla no digamos, pero igual entre todos seamos capaces de devolver la sonrisa a este héroe, capaz de donar VIDA, de dar VIDA y que en la actualidad necesita un empujoncito, unas manos salvadoras que le permitan seguir, paradojas de la vida, viviendo.
Mi ruego sería que pudierais dar la mayor difusión a este post con la esperanza de que un día de estos y a través de Almas Sevillistas, Antonio comience a ver la luz.
Los héroes no solo están en las películas, también viven...