José Manuel Ariza (ALGARIVO) voy a utilizar mis leves conocimientos sobre cine para escribir este post que al final, no sé si mi amigo Juan Ángel tendrá a bien publicar.
Ayer y debido a los acontecimientos ocurridos en este blog con insultos por doquier me puse a ver nuevamente y van...la película "La lengua de las mariposas", un filme que dirige José Luís
Son de esas películas que últimamente me han llegado hondo. La acción se desarrolla en una pequeña población rural, en 1936 y trata de la relación entre un maestro de pueblo, Don Gregorio, papel encarnado por Fernando Fernán-Gómez y su alumno Moncho, interpretado por el niño Manuel Lozano.
Don Gregorio enseñaba a Moncho con dedicación y paciencia toda su sabiduría en materias como Lenguaje, Literatura, Historia o Matemáticas, e incluso hasta de mujeres.
Pero era 1936 y el trasfondo de la película no eran las habilidades del maestro con respecto al aprendizaje sino la amenaza política que vivía aquella pequeña población rural. Sus habitantes se estaban decantando por una opción; el bando nacional o el republicano.
Don Gregorio era un hombre de principios republicanos y por consiguiente enemigo del régimen fascista que lideraban las tropas del General Franco y que estaban apoyadas por las italianas de Mussolini y las alemanas de Adolf Hitler.
Y es que cuando la política y la guerra se interponen entre las personas, siempre o casi siempre termina en tragedia; y si hay un régimen fascista por medio con mucha mayor razón.
Quiero referirme muy concretamente a la última escena de la película. El Maestro es hecho prisionero por sus ideas republicanas y lo llevan camino de la ejecución. Un niño pugna con sus padres y otros vecinos en la búsqueda de insultos cada vez más contundentes contra el Maestro.
Al chico, Moncho, no le llegan a la mente los insultos que busca. Y es que al maestro que ahora insultan y apedrean fue quien le enseñó a leer y por supuesto a respetar a todos, o sea, a no insultar.
Decir que una vez que estalló la guerra, aquella pequeña población se hizo del lado nacional, lo mismo que podía haberlo hecho del republicano pero el instinto de supervivencia era muy poderoso.
Y esa población persiguió, insultó y agredió al Maestro por rojo: ¡ rojo ! ¡cabrón ! ¡ Hijo puta ! ¡ asesino !
Moncho quería insultar pero no sabía y a fuerza de pensar encontró en su memoria dos palabras que Don Gregorio le había enseñado: ¡¡ tilororrinco !! ¡¡ espidotrompa !! Y lo gritó con fuerza. con todas sus fuerzas.
Moncho no sabía insultar y el primer grito es el nombre de un animal raro de Australia y el segundo grito no es ni más ni menos que la lengua de las mariposas.
Moncho estaba aprendiendo a insultar.
Y es que todos los insultos llevan detrás el odio o el desdén hacia otras personas: Tienen por objeto la descalificación del contrario. Es una bofetada sin manos. Es un verdadero chantaje hacia la otra persona. Es una agresión en toda regla. Y el que agrede es agresivo.
Insultar es muy grave pero la sociedad se está acostumbrando a ello. Tal vez porque las palabras pesan menos o tal vez porque los insultos están hoy día en plena oferta. Haga 3 y pague 1
El insulto ha arraigado de tal manera en esta nuestra sociedad que se televisan en directo o en diferido miles de veces todos los días. El receptor de esos mensajes, incluidos los niños, los capta para luego ponerlos en prácticas.
Si eso fuera pedagogía y los medios de comunicación son pedagogía, resulta que eso es lo que aprende esta sociedad que nos ha tocado vivir. Monchos incluidos, por supuesto.
Un futbolista insulta a un árbitro y lo repiten más veces que la mejor jugada de Jesús Navas. Luego es más importante el insulto que la jugada en sí.
En reality shows y otros programas de tertulias, hombres y mujeres a veces hasta con estudios, por ejemplo periodismo, se descalifican entre sí con insultos que emiten con tales gritos que duelen los oídos del sordo.
Dicen, yo no lo sé, que mientras más se insulte y más graves sean estos, más sube la audiencia.
Es el mundo al revés. El que habla bien y lo hace educadamente y con corrección, ése no tiene sitio en este mundo.
Seguro que Moncho ya sabe insultar y sabe hacerlo hiriendo gravemente al contrario. O tal vez no.
PD: Moncho pregunta al Maestro:
¿Un hijo de puta es el hijo de una ramera o una persona mala y despreciable?
Es lo segundo, hijo mío, lo segundo---contestó D. Gregorio
Saludos.
ResponderEliminar¿Te digo una cosa, Marcu? Lo haré de todas formas y luego tú, si quieres, me lees:
Soy enemigo del insulto hasta en mis relacion normales, cuando decirle a un amigo ¡pero que mamón eres! (con sonrisa en la boca y más como halago), me cuesta trabajo.
Pero yo sé insultar y tengo una cierta y extraña habilidad para dar donde duele. De hecho, puede que conozca más insultos que la mayoría porque el mecanismo de comunicación es la lengua y cuanto más conozcas la lengua, mayor dominio tendrás de ésa comunicación.
He escrito mucho sobre insultos (y los he usado, siempre como defensa) y sobre anónimos.
Los unos porque hay niveles a los que solo llegas en su propio lenguaje. A los otros porque desde el momento en que se esconden, están haciendo una declaración de principios.
Son chusma. Y son cobardes.
¿Por qué nunca me escondí para decir las cosas que digo?
¿Saben éstos que decirles "hijo de puta" a otro es, sencillamente, machismo de la peor especie, de la peor calaña? ¿Y lo dicen disfrazados de izquierdismo, andalucismo, progresismo o cualquier otro "ismo" que se les antoje?
En efecto, quizás debiéramos aprender en los colegios la lengua de las mariposas. Seguramente es menos dañino, menos perverso, más sencillo y no necesita tantos miles de años para deformarse.
Gracias, amigo. Gracias, amigos.
Cuídate.
Gracias por enseñarme tanto como haceis,la educación a veces no se enseña,se aprende o no,siempre habrá personas con muchos años de ducación,pongamos de ejemplo treinta y también habrá personas que tengan esos mismos años de educación,treinta pero multiplicados por uno,vuelvo a daros las gracias a todos vosotros que cada dia me ensañais muchas cosas y valores que se están desafortunadamente perdiendo y que admiro en cada uno de vosotros,gracias Juan,gracias Juán Angel,gracias Jose Manuel,gracias hermanos.
ResponderEliminarNi yo ni mi mujer sabemos insultar, jamás hemos insultado...resultado, nustros hijos de 28, 23 y 12 años no saben insultar.
ResponderEliminarEl post, magistral, enhorabuena Marcus.
Un abrazo.
Pepe Gonce
Insultar está feo, y más cuando se hace desde el anonimato, sin dar la cara...pero bueno, en cierto modo, un insulto de un anónimo o de perfiles "raritos" debe engrandecer, porque la mayoría no aportan nada, y muchos algo muy importante, envidia.
ResponderEliminarHe podido seguir todo lo del follón de ayer, y los dos sabeis de mi respeto y admiración, pero también sabeis de otra cosa que nunca os faltará, apoyo, eso es fundamental.
Abrazo para ambos.
Una pequeña rectificación, el director de la película es Jose Luis Cuerda. Gran artículo. Somos lo que vemos.
ResponderEliminarEfectivamente amigo, lo de Cuervas se habrá colado por eso de sevillistas.
EliminarEso se llama "estar al quite"
Muchas gracias y que pases un buen fin de semana.
Acabo de conocer lo ocurrido con el anterior post. Y lo primero que se me ha pasado por la cabeza ha sido una especie como de miedo o profunda preocupación al comprobar el tipo de sociedad en que vivimos.
ResponderEliminarRespecto a los insultos, yo sé insultar perfectamente, pero no suelo encontrarme en situaciones donde sea necesario el insulto. En verdad, para poner el dedo en la llaga no es necesario insultar. Al que llamó "hijo puta fascista" a Juan Angel, basta con decirle "ignorante" para definirle a la perfección. "Eres un ignorante y yo con ignorantes no debato". Dicen que el insulto es la forma de expresarse de quien no conoce otra. Del ignorante, vamos.
Y respecto al post, no he visto la película, pero lo voy a hacer. Me parece curiosísima la paradoja. No poder insultar a una persona porque esa persona te enseñó a no hacerlo. Pero lo más preocupante es que hoy día, casi ochenta años después de aquellos acontecimientos, aún hay gente que se deja llevar por los mismos impulsos. ¡Que falta de sensatez!
Extraordinario post, amigo.
Un fuerte abrazo
Tú lo has descrito Marcu "El que habla bien y lo hace educadamente y con corrección, ése no tiene sitio en este mundo.
ResponderEliminarNada más, hay que observar un poco la televisión y sobre todo los programas de cotilleo para ver como está España.
Aquí el agresor, el ratero o el que entra a un reality tienen la fama asegurada (llaménse Dioni,Aida,Kiko o la novia del agresor de Antonio Puerta) y en cambio los buenos periodistas se encuentran en la lista del paro.
PD: A veces un comentario eliminado a tiempo evita bastantes problemas.
Saludos
Asi es Antonio, por desgracia, estamos entre todos creando una sociedad hipocrita y materialista en todos los sentidos.
EliminarLlevas razon en lo de eliminar el comentario Antonio. En este caso, cuando me percate de ello ya habian pasado varias horas. Estuve deliberando si quitarlo o no y finalmente me decidi a dejarlo un tiempo para que todos vieramos hasta donde es capaz la sinrazon. Es bueno de vez en cuando abrir el telon de este teatro que es la vida del ser humano y encontrarse con cosas que no nos gustan pero que es indudable que estan ahi.
Un fuerte abrazo amigo.
Como siempre Juan, magnifico el post y magistral el mensaje.
ResponderEliminarPor desgracia, vivimos en una sociedad en la que nos estamos acostumbrando con demasiada facilidad a convivir con esta tragedia que es la falta de civismo entre los seres humanos, mucho mas en estos tiempos donde presumimos de estar a la vanguardia en otros inventos de la comunicacion precisamente cuando mas invisible es ella...
Un fuerte abrazo Juan y eternamente agradecido por tu apoyo.
Hipocresía pura,ahora resulta que el que publica un post insultante quiere dar lecciones de civismo y humanismo. Así nos va en este país.
ResponderEliminarHipocresía pura,ahora resulta que el que publica un post insultante quiere dar lecciones de civismo y humanismo. Así nos va en este país.
ResponderEliminarEsto ya cansa.
EliminarDigame usted por favor donde insulto. El llamar CABRON INDESEABLE a un personaje que hace y escribe cosas como esta:
http://almassevillistas.blogspot.com.es/2010/10/de-indecentes-y-cobardes.html
permitame que le diga lo unico que hago es describir a un personaje tan indecente como perverso. Igual a usted no se lo parece. Tomese la molestia de leer este enlace que le pongo y despues me cuenta.
Por los demas, le repito, DIGANME DE UNA SANTA VEZ DONDE ESTAN LOS INSULTOS. El fascismo es lo que es, no es ningun insulto señora.
Igual que ha tenido la amabilidad de entrar en este blog para tacharme de hipocrita, le invitaria a que volviese y me contestase a esta cuestiones. Si puede.
Un saludo.
"Al final no nos acordamos tanto de los insultos de nuestros enemigos como de los silencios de nuestros amigos" Luther King
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