Que manera de perder crédito (sálvese quién pueda).

A ver la de tortas que me llueven en esta ocasión por decir lo que pienso...

Al fin y al cabo no voy a hacer más que reivindicar lo mismo que aquellos que enarbolan la bandera de la libertad de expresión y opinión en el sevillismo de a píe.

Ocurre que de un tiempo a esta parte, me temo que esa libertad se ha hecho exclusiva de un sector de la afición sevillista y mucho cuidado con tratar de llevarles la contraria que te puede salir muy caro...

Os confieso que tras el partido contra el Granada, un servidor, no lo puedo remediar, cuando mi equipo pierde no tiene ganas ni de ver, ni de leer ni de escuchar nada sobre fútbol en general, ni del Sevilla en particular.

Os refiero esto porque atando cabos en estas casi 48 horas que han pasado tras la dolorosa derrota de nuestro Sevilla frente al colista, me da la impresión que la movida ha sido como mínimo curiosa.

Con todo, después de lo vivido durante dos años ya nada me sorprende...

Quiero pensar que después de la decepción del pasado lunes frente al Granada, el personal debe estar cabreado como un mono y sobre todo, lo que considero más importante, preocupado.

Yo también.

Quién os escribe, tachado desde el sector más rancio del sevillismo como borrego, oficialista, pelota, tanto en esta como en otras diferentes ocasiones, creo que he dejado bien patente ambas cuestiones: el cabreo y la preocupación.

Por cierto, cuando esto ocurre, cuando uno piensa más afín a ese sector llamado por algunos como "oficialistas" y es preso de las más feroces patadas dialécticas por parte de ese otro sector crítico..., no logró nunca leer ni escuchar  a nadie de estos últimos hacer gala de esa para ellos, defensa de la libertad de opinión.

El ancho del embudo.

Como os decía, para expresar mi cabreo y mi preocupación,  para ello, la única arma que se me ocurre es hacer uso de la crítica, la necesária y constructiva crítica No suelo utilizarla por sistema, practica habitual en un sector del sevillismo donde aún en las buenas todo lo que se hacía en el Sevilla era un caos, pero si cuando YO lo creo conveniente.

Y en esta ocasión, tras ver como mi equipo es capaz de empatar heroícamente en Barcelona gracias a un buen partido táctico pero sobre todo gracias a un emorme Javi Varas, tenemos que soportar como sucumbe ante dos colistas de la liga española de manera sonrojante.

Y ante esto, la gente no les va a bailar el agua ni a Marcelino, ni al equipo, ni a Monchi ni a San Pedro Bendito.

Hasta ahí, todo correcto.

Pero yo te pregunto, ¿tu hasta donde estás dispuesto a llegar?. ¿No te parece demasiado pronto para volver a sembrar de minas tu propia casa?

Evidentemente que tú, faltaría más, podrás hacer y decir lo que te de la real gana.

¿Pero yo también no crees?.

Y lo que pienso, y por eso lo digo, es que a cada año que pasa, uno tiene la sensación de que esta mi afición va perdiendo crédito a  pasos agigantados.

Cuatro entrenadores han pasado desde que Juande Ramos abandonó al Sevilla.

Cuatro entrenadores cada uno de su padre y de su madre.

Ninguno nos vale...

De sobra sabemos todos que esta afición es como es, ni mejor ni peor. Pero eso no significa que no haya cosas que sean manifiestamente mejorables y las cuales a mi particularmente no me gusta e incluso detesto.

Me parece de chirigota, que algunos vayan pregonando su libertad de opinión en cuanto la cosa se tuerce, mientras otros tenemos casi que pedir permiso y casi pedir perdón por opinar de una u otra manera.

De tener que soportar que por pensar de una determinada manera, por no ir encendiendo mechas en la linea de flotación de mi equipo, tenga que tragar incluso por acusaciones de que le estoy haciendo mucho daño al Sevilla.

Y mira que esto me lo temía yo.

Dicen que el fútbol no tiene memoria, pero me parece a mi que lo que no tiene es vergüenza...

Ahora, apenas dos meses después comienzan a aparecer los clásicos YOYAS...

Yo ya lo sabía. Yo ya lo decía. Yo ya lo veía venir...

Lo que te decía de la vergüenza. Las propias y las ajenas.

Y todo esto lo digo después de expresarme tras el partido frente al Granada de la manera que lo hice.

Pero lo que no he hecho nunca ni lo haré, es decirle a nadie que es lo que tiene que pensar o decir.

Aquí, creo recordar que cabemos todos:

"Todos los hombres de cualquier nivel social, ideas religiosas o políticas tendrán aquí cabida".
José Luis Gallegos Arnosa, Fundador del 1º equipo del Sevilla FC

Discurso tras la fundación del club, 15 octubre 1905

¿O es que ahora va a resultar que algunos van a tener la patente para poder decir lo que les de la gana mientras otros tenemos que silenciar nuestra voz para no despertar a la bestia?.

Pues lo llevan claro.

Yo estoy hoy más mosqueado que un pavo en navidad y con la lógica preocupación que me da el ver como mi equipo tiene serias limitaciones y hondas lagunas. Con todo, nada que no se pueda corregir, entiendo yo.

Y entiendo que tu manifiestes tu decepción como te de la realísima gana.

Pero deja que los demás también lo hagamos, ¿no te parece?

Vamos echarla al suelo por favor, que después pasa lo que pasa y nos tenemos que tragar muchas de nuestras famosas afirmaciones absolutistas, buscando excusas hasta debajo de la tierra.

¿Es posible llegar a entender que haya aficionados del Sevilla, como tu, socios del  Sevilla, como tú, que no lo vean tan negro como tú, tan apocalíptico como tú y que tengan todo el derecho a manifestarlo?.

¿Donde está el problema ?.

Tengo la impresión que esto es como predicar en el desierto.

Lo que hace dos días era ilusión y optimismo, hoy parece una puta mierda...

Puede que la ilusión hoy sea menos, que el optimismo se vaya tornando en un decepcionante realismo.

¿Pero de verdad crees que después de haberte escuchado a ti, y a ti, y a ti, hace apenas dos meses que este año con Marcelino habías recuperado la ilusión puedo siquiera echarte la más mínima cuenta?

Como me decía tras el partido frente al Granada mi amigo Marcu, de lo tolerable e intolerable.

Del respeto ganado.

Del crédito perdido. O casi...