No vaya a ser que Enero no llegue...

Todos los entendidos en esto de la pelotita comulgan con la idea de que todo entrenador que comienza a dirigir un equipo de fútbol necesita, amen de la materia prima, de un tiempo prudencial para instaurar su estilo de juego.

No hablo de sistemas, hablo de estilos, léase, sello.

Todo entrenador  tiene un estilo de juego, un sello propio que dependiendo de esa materia prima que tenga a sus ordenes, propondrá con ligeras variantes el sistema más acorde para instaurarlo.

Bien es cierto, que algunos entrenadores pasan por  equipos sin saber exactamente que estilo pretendía proponer...

Con la llegada de Marcelino al Sevilla, amén de la ilusión que despertó en el seno sevillista, creo que era unánime la visión que todo el mundo tenía sobre que fútbol veríamos esta temporada: solidez defensiva, presión y contragolpe.

Y lo cierto es que mucho de eso pudimos ver en pretemporada, eso si, con rivales de escasa entidad tales como la UD Roteña o el At Sanluqueño e incluso con algún 2ª división como Jerez o Córdoba.

Todo parecía pintar bien no, muy bien.

Sin embargo, la eliminación en la previa de la Europa League frente al Hannover 96 dejo al descubierto las carencias de un equipo, donde amen de llegar fisicamente muy por debajo que los alemanes, lo ofrecido por los hombres de Marcelino en el global de la eliminatoria nos volvía a colocar con los píes en la tierra.

A pesar de ello, el equipo se repuso del varapalo y en el primer partido liguero frente al SuperMálaga del jeque y sus millones, ofreció una cara muy diferente, con minutos de buen fútbol y capaz de hacerse con justicia con la victoria.

A partir de ahí, poco tirando a nada ha sido capaz de ofrecer este Sevilla diseñado según todos los estamentos del club, léase, Presidente, Dirección deportiva y cuerpo técnico para luchar por la 3ª-4ª plaza.

Un equipo muy plano, con mucha dificultad en la creación de juego, sin continuidad en el mismo, con muy poca pegada a pesar de..., y con una supuesta solidez defensiva de chocolate donde siendo cierto que se ha mejorado con respecto a la pasada temporada, de no ser por Javi Varas en todos y cada uno de los partidos, el Sevilla llevaría un gran número de ellos contados por derrotas.

Con todo, que a nadie se le olvide, en once partidos disputados solo ha perdido uno precisamente frente al colista la pasada semana, el Granada de Fabri.

A mi juicio, las bajas de Negredo y Kanouté junto a la de Perotti, no deben suponer excusa para argumentar el poquísimo fútbol que este Sevilla está mostrando.

Con ellos,  seguro que el equipo tenía más consistencia pero no mucho más fútbol. Jugar sin un verdadero referente en ataque no me cabe duda que debe lastrar sobremanera a la hora de afrontar los partidos, pero según Marcelino, Manu Del Moral también puede jugar como ese delantero referente...

El equipo, ha pasado en 15 días de la ilusionante  media inglesa al calcetín tobillero.

El espectáculo ofrecido ayer en Mallorca ha terminado por desnudar las vergüenzas de este equipo, si es que quedaba alguna...

Podríamos hablar de nombres propios, de Rakitic, de la pareja de centrales, Escude y Spahic, de Trochowski, de Navas, Kanouté..., que siendo cierto que condicionan extraordinariamente el trabajo sobre el campo, creo sinceramente que el problema es del todo punto estructural.

Este equipo ha demostrado que sabe defender grupalmente, con verdadero espiritu solidario de manera muy eficiente tal como hizo en Barcelona.

Pero no todos los partidos son frente al equipo de Guardiola.

Cuando de llevar la iniciativa se trata, de dominar los partidos, este equipo sufre una barbaridad.

Y no será porque en teoría no se tiene futbolistas para ello. Me niego a pensar que esta plantilla no está capacitada para dar mucho más de lo ofrecido hasta ahora.

Con más de un cuarto de liga disputado, el equipo se mantiene en posiciones europeas pero a seis puntos ya del Valencia. Y lo que es peor, con sensaciones y fútbol totalmente antagónicos.

Decía Marcelino no hace mucho, que su fútbol, ese que recordarse al de Juande, se debería ir poniendo en escena más o menos en Enero.

Para entonces, se supone que ese delantero que creo a todas luces necesario, (no se si tanto el tipo Manu como el tipo Kanouté..), ya estará aquí.

Pero hasta entonces, bueno sería ir poniendo un poquito de orden en este desolador panorama de juego.

Siendo fiel a unos principios, sigo confiando en Marcelino y en su trabajo. Ojalá pueda seguir diciendo lo mismo dentro de un par de meses.

Quién esté esperando como comienzo a despellejarlo a estas alturas de temporada, creo que mejor haría esperar sentado. Para mejor decir, ni ahora ni nunca. No es mi "estilo...".

Una cosa es ejercer la crítica y opinar LIBREMENTE y otra muy diferente, entrar en la habitual falta de respeto muy asidua en otros lares.

 

Resultadista que es uno, mientras  El Dorado llega, si es que llega, bien haríamos todos en tirar de paciencia (mucho estoy pidiendo...),las exigencias de este club y esta afición no son muy halagüeñas en ese sentido.., de cruzar los dedos porque el equipo sea capaz de mantener al menos el tipo, que no se acabe despeñando contra ese muro que supone la mediocridad en esta bendita ciudad y que la propuesta de Marcelino vaya aflorando a no mucho tardar.

No vaya a ser que Enero no llegue...