¿Tú te imaginas...?

Es día de partido.

Enrique, desde bien temprano, está con los nervios en el estomago deseando que llegue la hora.

Su camiseta, su bufanda...

Después de cenar, Enrique ya tiene todo preparado para partir.

.-¡Jaime!, vamos hombre que nos coge el toro...

.- ¡Va!, ¡Va!, ya estoy listo, venga vámonos.

Todavía faltan dos horas para el partido, pero a Enrique siempre le gusta llegar con tiempo, le gusta vivir las previas, no perderse un detalle...

El partido está a punto de empezar, son casi las 00,55 h de la mañana. Ya está escuchando el himno...

Si, si, no me he equivocado, son casi la una de la madrugada.

Enrique, llegó al hotel  Courtyard a eso de las 11,30h. Abrió su portátil, y despues de intentar por activa y por pasiva el poder ver al Sevilla por internet, no hubo suerte, como casi siempre y finalmente  no con poco trabajo y a trancas y barrancas, sintonizó SFC Radio, como SIEMPRE.

Como podéis imaginar, Enrique no está en Sevilla, no vive en Sevilla ahora.

La crisis, la puñetera crisis obligó a Enrique buscarse "las papas" fuera de España y se fue hace alrededor de 18 meses a Dubai.

Está trabajando, nunca mejor dicho, de sol a sol en la construcción del que será el aeropuerto más grande del mundo y que tiene prevista su inauguración para el 2012.

En Dubai son tres horas más que en España.

Ciudad Cosmopolita, uno de los destinos turisticos más cotizados en  la actualidad, con una desconcertante ostentación por el lujo, con enormes rascacielos, alucinantes centros de ocio, hoteles de ensueño...

Hotel Burj Al Arab

Mi amigo Enrique es un Sevillista muy pasional. Vivía, vive los partidos de una forma intensa, siempre animando, metiendose en muchos fregaos cada vez que escuchaba a alguien pitar a los suyos.

Desde que se fue a Dubai, Enrique ha tenido que cambiar  "por cojones" su manera de vivir su sevillismo.

Ahora, su bufanda, su camiseta, su portátil y su nuevo compañero Jaime, que mire usted por donde también es Sevillista, según Enrique de los tranquilos, pero al fin y al cabo no veas de la manera que lo agradece el tener con quién abrazarse cada vez que el Sevilla mete un gol, o con quién consolarse cuando las cosas no salen tan bién...

Hasta hace apenas un mes,  Enrique vivía los partidos de su Sevilla en la más absoluta y triste soledad.

Ambos viven junto con otros cuatro compañeros en una casa alquilada que le ofreció la empresa en un pueblecito, sin posibilidad de conectarse a Internet y a más de 30 Km del  Courtyard.

30 Km de ida y otros 30 de vuelta para poder escuchar a su Sevilla por Internet.

Ambos tienen la posibilidad de poder cambiar el día de descanso y cada vez que el Sevilla juega los domingos por la noche, se piden el lunes para poder vivir los partidos con tranquilidad.

Incluso, han hecho migas con no se quién del hotel para dejarles hasta esas horas escuchar a su Sevilla en las voces de Alvarado cuando juega en casa, a Alberto Moreno cuando juegan fuera.

Bueno, escuchar...A trancas y barrancas, con no pocas interrupciones por perdida de señal, pero al fin y al cabo, ese es el único hilo conductor de Enrique con el Sevilla desde que se marchó a Dubai.

Este relato, pertenece al último partido que el Sevilla disputó en casa frente al Granada y que como recordareis, perdió por 1-2.

Tu, imagino que lo pasastes mal esa noche. Imaginate Enrique y Jaime...

Cuando el Sevilla gana, se quedan un rato conectado viendo que dicen del partido, las entrevistas, los comentarios...

Cuando pierde, apaga internet, cierra el portatil y zumbando para casa.

La  última vez que hablamos, naturalmente que siente nostalgia de su gente, de su mujer, de sus hijos, de Sevilla, que no lo está pasando nada bien sin ellos, pero igualmente me llamó la atención el énfasis que me hacía de como echaba de menos el "sentir" el Sánchez Pizjuán los días de partido.

 

Ahora valora todavía mucho más todo lo que su Sevilla ha conseguido y sigue consiguiendo, y no entiende el porque de tanto cabreo, tanto enfado y tanto protestar de algunos sevillistas.

Me comentaba, que ojalá pudiera estar aquí, aunque fuera para ver "lo mal que está este Sevilla"..

Enrique llevaba más de 20 años de socio, yendo con sus pequeños a  todos los partidos habidos y por haber a Nervión, con sus habituales rituales: quedada con los amigos, su cervecita, entrar con tiempo al estadio, ver salir a los jugadores a calentar, cantar el himno a la salida de los equipos...

Y de un plumazo, ¡zas!.

60 Km de camino, la soledad del hall de un hotel, su portátil y Jaime, "el tranquilo...".

Como Enrique, cientos, miles de sevillistas repartidos por el mundo, como mi amigo Manuel Menacho en Bruselas o mi querido Nightingale en Londres, o incluso sevillistas repartidos por la geografía española caso de mi amigo Joan Morán en Barcelona o el amigo Alfonso Nieto en Oviedo y tantos otros que están obligados a vivir y sentir esta pasión a cientos, miles de Kms.

Imagen Foro Sevillistas por el Mundo.

A todos ellos, mi reconocimiento, mi abrazo más sincero y mi profunda admiración por la manera de vivir y sentir su sevillismo.

Y a ti, que este domingo tienes pensado ir al Sánchez Pizjuán para ver a tu Sevilla jugar frente al Ath de Bilbao, a ti, te pregunto:

¿Tu te imaginas...?