El seis.

66 años contabas cuando te conocí, todo un chaval...

6 los que aquellos ojos de niño contemplaron por primera vez al que habría de ser su equipo del alma en aquel vetusto templo de aromas carmesí.

No recuerdo el partido, pero si soy capaz de vislumbrar a un visionario del gol que me atrapó con su duende.

Mi primer aposento, banco de pista de gol sur.

Mi viejo, mi hermano José Manuel y yo.

¡Almendras, saladas...! Olor a pictolines, a fumadores (los caramelos...), a solanos.

Y el de la rifa: "¡ me quedan dos oiga, me quedan dos!"...Nunca nos tocó nada.

Del gran Baby Acosta al gran Freddi Kanouté.

Del gran Rodri al gran Javi Varas.

De Eindhoven a Barcelona.

Cuarenta años después, aquí seguimos.

Años para el sufrimiento, la alegría, la mediocridad, el otro año igual, el dolor, el desaliento.

Y para los títulos. Y para contemplar al mejor Sevilla de la historia. Y para ver el gol que nos cambió la vida, el que nos encumbró a la gloria.

Y años para rompernos el alma, ese alma sevillista que se desgarró en dos cruentos terremotos que sepultaron a dos de los nuestros. Pedro y Antonio. Antonio y Pedro.

Hoy, cuarenta años después de aquel flechazo, en este caluroso otoño mi lealtad sigue siendo inquebrantable, mi gratitud eterna y mi amor sin límites.

Hoy, cuatro décadas después, a tus 106 años, me sigues teniendo a tus pies.

6 años contaba cuando me llevaron a verte.

66 tenías cuando te conocí.

106 lustrosos años los que altanero, orgulloso y presumido cumples hoy.

Y 40 desde que me prendí de ti.

¡¡ Felicidades Sevilla FC !!