El calzador de Michel.

Conste que es indudable que las bajas que el Sevilla llevaba a Vigo se antojaban importantísimas, bajas que se convirtieron en fundamentales visto lo visto en el decepcionante partido que los de Michel disputaron anoche frente a un recién ascendido como el Celta.

No fue el día de casi nadie, bueno, y sin el casi. Tampoco el de Michel, mucho menos el de Michel.

Desde que acabó el partido frente al FC Barcelona el pasado sábado, imagino que el técnico sevillista habría estado dándole vueltas a como recomponer un centro del campo que llegaría a tierras gallegas en cuadros. Era el momento de tirar del famoso "fondo de armario", a mi juicio y a pesar de lo visto ayer y de las innumerables críticas que han recibido en el pospartido, plenamente capacitado para suplir con garantías a las consabidas bajas.

Como os decía, ayer, imagino que como a todos, no me gustó nadie. Ni los titulares, ni los suplentes, ni los del armario...Pero bueno sería recordar que la mayoría de los futbolistas que salieron ayer en Balaidos fueron los mismos que le plantaron cara al FC Barcelona y que vencieron con un par a todo un R. Madrid.

No es cuestión de personalizar en nadie, pero me sigue desesperando la aparente indolencia que sigue mostrando por momentos Negredo, digo aparente, igual no es tal, pero a mi me lo parece. Me sigue decepcionando la nueva oportunidad perdida por Campaña y prefiero dejarlo ahí. Me retrotraí a tiempos pasados con los garrafales errores de bulto de nuestra defensa sobre todo de los centrales, ni siquiera fue la noche de Navas...Podría hablar de Reyes, que también, pero me parece, sin que eso resulte una excusa definitiva, que después de un mes y medio si jugar, la exigencia en este caso no puede ser la misma que con el resto.

Pero aún con todo, creo que el máximo responsable de lo ocurrido anoche en Vigo, no solo él, pero si el máximo, en mi opinión creo que fue el técnico sevillista.

Desde que supe la alineación, me costaba visualizar el dibujo táctico que Michel pretendía poner sobre el césped de Balaidos. Ya sobre el mismo verde, no es que me costara visualizar, es que no lo vi en ningún momento.

Realmente,  pasada unas horas desde que acabó el encuentro, aún no se de que jugaron algunos futbolistas.

Y como a mi me gusta ir a contracorriente, no puedo evitarlo, por más que haya quién ponga en entredicho el fondo de armario de este equipo, yo niego la mayor. En principio porque no es lo mismo que una de esas "prendas" de ese fondo de armario entre en el equipo ante una determinada baja, que entren de sopetón tres, cuatro con la vuelta de Reyes, cinco con Del Moral,  mucho más cuando esas prendas apenas han salido de ese armario...

Y además, que esas nuevas prendas predispuestas a lucirse en su estreno, se dispusieran sobre el escenario como si hubiesen sido puestas por el "diseñador"  del desfile con un calzador.

El calzador de Michel. Un calzador que obligó y llevo al error de plantear un encuentro anti-natura ante las fundamentales bajas con las que se presentaba. Sobre todo, y por encima de todas, la del chileno Medel, actor principal del esperpento que los distintos comités de este nuestro fútbol han protagonizado en los últimos días.

Igual, bueno hubiese sido tirar de naturalidad, intentar suplir esas bajas con los menores riesgos posibles, con un guión más previsible pero seguramente dotado de algo más de confianza en los propios futbolistas que el que pudimos ver anoche por tierras gallegas.

Repito, me inclino a pensar de esta manera ante las fundamentales bajas de anoche, bajas que dejaron en bragas una zona del campo que se antoja fundamental  en el devenir de un partido.

No es de recibo en un partido de fútbol de 1ª división condenar hasta el más absoluto ostracismo una banda, la izquierda durante toda una primera mitad y parte de la segunda. Babá todavía debe estar preguntándose a estas horas donde demonios jugaba anoche...

Con todo, no creo que sea cuestión de dramatizar. No podemos volver de nuevo a aquello de la cima y la sima. Los técnicos están para tomar decisiones y unas veces aciertan y otras no y anoche, más allá del nivel de algunos futbolistas que estoy seguro estuvieron muy por debajo de sus posibilidades reales, en mi opinión Michel se equivocó en la búsqueda de ese equilibrio que hasta ahora estaba dando tan buenos resultados. De seguro que ni el propio Michel esperaba un rendimiento tan deficiente en general del equipo, pero lo cierto es que a mi juicio, las herramientas con las que se le dotó fueron insuficientes para no salir derrotado ante un equipo que si, no toca mal la pelota, pero que si le quitas a Aspas, es de lo más simplón que se puede echar uno a la cara en el fútbol español.

Sigo confiando en esta plantilla, repito, PLANTILLA y en este técnico. Estoy convencido, no tengo motivos en estos momentos de pensar más allá de lo que pensaba hasta hace solo un par de días. Estoy seguro que muchos de esos futbolistas a los que en la noche de ayer y en el día de hoy han sido puestos en el paredón, taparán las impacientes bocas de algunos.

Espero y deseo, que el calzador usado anoche por Michel tenga esta temporada nula utilidad. En el fútbol está casi todo inventado. Y cuanto más natural sea este, mejor para todos.