Tiene nombre, no tiene precio.

Honrado: que es íntegro, honesto e incapaz de defraudar a nadie. = Fréderic Kanouté.

Pasarán futbolistas por la disciplina del Sevilla FC y dudo mucho que alguno se acerque siquiera a la catadura moral de este "viejo que iba a su bola y que no marcaba goles".

Hace pocas fechas, el gigante de Mali hizo unas declaraciones a los medios oficiales del club en las que dejaba en el aire su continuidad al termino de esta temporada.

A raíz de ellas, todos los medios locales, como suele ser habitual en estos casos, daban ya por hecho que el mejor delantero del Sevilla FC de todos los tiempos abandonaría la disciplina sevillista este verano.

No ha tardado Kanouté en aclarar esas manifestaciones que sacadas interesadamente de contexto han dado lugar a muchas especulaciones

Con motivo de la inauguración de Sakina, nombre escogido para la Ciudad de los Niños en Bamako que la fundación que lleva su nombre ha hecho realidad, el de Mali ha dejado meridianamente clara sus intenciones en una entrevista concedida a Diario de Sevilla y realmente uno no puede por más que quitarse el sombrero y reverenciar la honestidad y la honradez de este futbolista que no me cabe duda, marcará una época en la historia sevillista.

"Voy a cumplir 34 años, si digo que me queda sólo un año y que voy a hablar con el presidente, no debe ser alarmante, es normal que piense en lo que me queda".

"No, no, no, lo digo claramente: ni busco otro contrato en el Sevilla, ni quiero un contrato mejor. Estoy muy bien y me han tratado muy bien en el club, sólo quiero saber si voy a terminar hasta 2012 o seguir después, lo que dudo porque hay que saber también que me encantaría terminar a un nivel alto en el Sevilla. No querría empezar a cansar a la gente, que diga de mí que fui un gran jugador en el pasado. Todo lo que he vivido con el club no lo puedo dejar que se desinfle, no quiero mi despedida c

omo suplente".

"En Europa no me veo en otro equipo que no sea el Sevilla. No voy a encontrar nada mejor que el Sevilla para mí y mi familia. Al menos a día de hoy".

"Yo, lo que no quiero es terminar con el Sevilla con malos rollos. Lo que hemos hecho juntos debe terminar bien. Desde el primer día siempre fue la relación buenísima y por eso voy a hablar con ellos tranquilamente. A esta edad me parece ridículo pelear por un traspaso. Me encantaría renovar otra vez, pero no quiero estar dos años sin jugar en el banquillo, soy consciente de mi capacidad, y el día de mañana los jóvenes pedirán paso. Me puede proponer 3 ó 4 años y no puedo aceptar tanto, porque no puedo cobrar mi dinero en el banquillo siendo sólo el referente del vestuario. No me interesa. Yo lo que quiero es ayudar al Sevilla y si puedo ayudarlo otro año, lo haré. Pero si el entrenador que esté y el club dicen que tienen una buena oferta y lo valoran, pues terminaré con la cabeza bien alta y que la gente se acuerde de mí de forma positiva".

Creo que poco más se puede añadir.

No engaña a nadie.

Nunca lo hizo.

Mi opinión al respecto, que ojalá renovará, que pudiéramos tener la dicha de disfrutar muchos más años de Fréderic Kanouté, que los biris pudieran seguir cantando aquello de que "todos queremos que marque Kanouté...", que este gigante de Mali siga levantando los brazos al cielo cada vez que marque un gol con la camiseta del Sevilla...

Otra cosa es admitir la realidad de las cosas, y estas, el propio jugador se ha encargado de dejarlas muy claras.

Son 34 años, y ni él ni el Sevilla se merecen que acabe su vida como futbolista arrastrándose por los terrenos de juego.

No digo que ahora mismo este sea el caso, ni muchísimo menos.

Kanouté, a pesar de su edad y de su físico, está dando una extraordinaria temporada tanto en lo deportivo como a nivel de vestuario.

Y creo que a todos nos gustaría mantener este recuerdo, el que por otra parte, él se merece.

Imagino, es solo una opinión personal, que Kanouté acabará su contrato con el Sevilla que finaliza en 2012 y se despedirá como lo que es, como lo que ha sido en estos 6 últimos años desde que aterrizara por Nervión, un futbolista honrado.
Más allá del fútbol, Fréderic Kanouté seguirá siendo ese hombre comprometido con los suyos, con los más necesitados, solidario en la adversidad del que más lo necesita.

La honradez, tiene nombre, pero no tiene precio.