A pesar del mazazo, motivos para la esperanza.

Esta noche, por motivos laborales (después de casi tres años, a Dios gracias), me ha tocado ver el partido por televisión, y os prometo que he sufrido lo insufrible.

Decía Manzano en la previa que ojalá se viera el "gen europeo" en el partido de esta noche frente al Oporto y a pesar del mazazo final, no me cabe duda que así ha sido.

Al igual que en Santander, una indecisión en los minutos finales nos han vuelto a dibujar en la cara la misma cara de tonto que entonces.

¡Joder como duelen estos goles!.

Antes, en el o-1 de los portugueses en posible fuera de juego, se volvió a cometer un garrafal fallo en las marcas que propició que hasta dos hombres pudieran rematar solos en el área pequeña.

El Oporto ha tenido media ocasión y ha marcado dos goles.

Asustaba y mucho el equipo portugues en la previa pero en el devenir del partido el dueño y señor ha sido en todo momento el Sevilla.

Partido eminentemente táctico en el que el Sevilla dominó casi por completo todas las zonas del campo y donde ha mostrado una cara muchísimo más competitiva que la que había mostrado hasta la fecha.

Desgraciadamente, dos nuevos errores defensivos han condenado a un muy buen Sevilla en la noche de hoy.

Cuando se pierde de esta manera, pocas ganas hay de hablar del partido.

Pero no sería justo el no destacar a hombres como un incansable Fernando Navarro que ha mejorado mucho sus prestaciones en los últimos partidos, Perotti, que ojala haya vuelto definitivamente, el chileno Medel, actuando como un autentico cinco y rozando la perfección en esa oscura labor de contención, Kanouté que siempre está, siempre aparece, un trabajador Luis Fabiano, las constantes subidas de Navas, etc...

Mención especial para el tipo de amarillo que hoy deambulaba por el césped, un escoces llamado Craig Thomson, que me da la impresión que se había puesto calentito de whisqui antes de salir al mismo.

Vaya el arbitraje del colega. Y nos quejamos de los españoles...

Para que después digan que los arbitros en Europa son caseros.

Supongo que la noche invita a poco.

A mi de escribir más nada y a vosotros de leer, ver y escuchar menos.

El bote salvavidas del que os hablaba ayer, esta tocado, tiene vías de agua, pero no está hundido.

Si el equipo es capaz de contagiarse de este "gen europeo" mostrado esta noche, no me cabe duda que hay motivos para la esperanza de poder ver un Sevilla más competitivo de aquí a que termine la temporada.

La Europa League casi nos dice adios, pero hemos de confiar que de aquí al final de la misma este equipo nos saque del letargo en el que nos tiene sumido.

Más nos vale.