Rara avis.

Imagino que no seré el único, pero al menos por lo que uno ha podido captar en estos días sobre el que es ya nuestro entrenador, me da la impresión que no encajo muy bien en ese amplio grupo de sevillistas al que por unas causas u otras, Michel no les cae bien. Quizás debería decir, "caía", pero creo que es demasiado pronto para aventurarme a afirmar con rotundidad ese tiempo verbal relativo al pasado...

Su aparente carácter chulesco, sus posibles aptitudes como entrenador y sobre todo, su pasado madridista, son los ingredientes con los que el aficionado del Sevilla ha ido cocinando en el tiempo su antipatía hacía el nuevo técnico sevillista.

Igual también tengo que pedir perdón por esto (no creo, ¿no?...), pero a quién os escribe, siempre le ha tenido simpatía, siempre me ha caído bien. Y además, me gusta.

...Como entrenador, tengamos la fiesta en paz.

Como jugador, independientemente de su pasado madridista, siempre fue para mi un referente, un grandísimo futbolista. No he visto un jugador de banda en la época contemporánea poner el balón en el 2º palo como lo hacía Michel en el Madrid o en la Selección Española.

Y como técnico, me quedo con su ultima etapa en el Getafe, donde con gente cuasi desconocida, practicaba un fútbol competitivo como el que más. Que se lo digan al Sevilla de Jiménez lo que sufrimos en aquella eliminatoria. Si ya en la vuelta fue de infarto, en la ida en Nervión, hasta el cambio de Romaric por Negredo al filo del descanso, el Getafe de Parejo, Boateng, Pedro León, Soldado, etc, etc... nos estaba dando un baño de agárrate y no te menees...

Lo que ocurre es que era el Getafe. Y al final, las limitaciones de los equipos son los que los ponen en su sitio.

El Getafe no es el Sevilla y las herramientas con las que el ya técnico sevillista dispondrá a partir de ahora me hace albergar esperanzas de que podrá sacar muchísimo más rendimiento del que sacó al equipo madrileño. El tiempo y los resultados nos dirán.

Michel lleva en Sevilla menos de una semana y parece que día a día se está ganando al aficionado sevillista. Sus maneras de trabajar en los entrenos está enganchando nuevamente a la gente.

Y si ayer hablaba sobre mi particular visión de "la soberana afición del Sevilla", al hilo de lo de Michel, me congratula que la gente haya aparcado sus impresiones personales para dar paso a ese necesario margen de confianza que todo entrenador nuevo necesita. Las reticencias e incluso pesimismo que había en un amplio sector de la afición en las horas previas a la contratación de Michel como técnico del Sevilla, se están tornando en confianza, apoyo, optimismo e ilusión por la que puede y debe ser nueva y fructífera etapa.

Y de veras que me alegra que la gente haya entendido que esto debe ser así. Tampoco tenía dudas de que así sería, o si...Creo que no se entendería de otra manera.

Si ayer hablaba sobre mi no creencia en la soberanía de nada, ni de la aficiones de los equipos de fútbol, la del Sevilla tampoco, hoy solo puedo mostrar mi satisfacción y mi esperanza porque ese apoyo y esa confianza en el nuevo mister tenga un recorrido mínimo para saber por donde camina.

Al hilo de la soberanía, quería dejar claro una vez más que esa es una opinión puramente personal y que además no debe ser ofensiva para nadie. Yo puedo llegar a entender aquello de la soberanía unipersonal, pero cuando se trata de un colectivo, no llego a entender el porque permanentemente se alude cuando por ejemplo, un sector de la grada pita, a que esas peticiones echas por ese sector son representativas de toda la afición. ¿Alguien puede dictaminar si los que pitan son 4, 40, 400, 4000 o 40000 personas? Y si el resto de la gente no está de acuerdo con esos que pitan, ¿quienes representarían en este caso la soberanía de la afición?

Pregunta esta a la que desgraciadamente no hayo respuesta...

Que me voy del tema y al final me reengancho otra vez al asunto de la soberanía...

Solo espero y deseo que todas esas buenas maneras que Michel esté demostrando en estos días se vean reflejadas después en el césped y que el Sevilla vaya ganando puntos de tres en tres, ya no hay margen siquiera para pensar en empatar fuera de casa.

Con un sistema o con cualquier otro, me da igual. Sea el que fuere, el que la pelotita entre dependerá al final, como siempre, de los futbolistas.

Ha llegado Michel, un madridista confeso. A pesar de eso, a mi ya me caía bien...

Rara avis.