Desesperado me hallo.
Son muchos los días, las semanas que trato de encontrarlo y por más que lo intento, este se me escapa como se me escapa la vida ahora...
Se me hace vital encontrarlo, de el depende que la felicidad albergue el corazón de muchas personas y que el sufrimiento, el sin vivir, el desasosiego, el miedo cojan otro inquilino donde habitar.
Desde hace un par de meses todo el mundo me anima a que será mañana cuando lo encuentre, o pasado, o el otro, todo el mundo me asegura que aparecerá un día de estos, pero ese día nunca llega.
Hace un par de semanas fui a casa de unos vecinos esperanzado que allí lo hallaría. Todos mis amigos estaban convencidos que ese era el día y el lugar señalado para encontrarlo.
Fruto de mis ansias, de mi necesidad vital por recuperarlo, por momentos me pareció verlo, imaginé que esta vez si, mi búsqueda había llegado a su fin, que mis amigos de una vez dejarían el sufrimiento en el baúl de los recuerdos y que a partir de ese día el camino se abriría expedito para disfrutar, que ya tocaba...
Nada más lejos de la realidad. Amargas ilusiones, malditas alucinaciones...
Me urge encontrarlo ya, no hay más tiempo. Temo que de no ser así, lo habré perdido para siempre.
Me urge encontrarlo y solo no puedo.
Necesito de mis amigos para ello.
Necesito sus gargantas para que sus voces lleguen a despertarle de su letargo.
Necesito de sus corazones para que entre todos hagamos esa cadena de invisibles que lo atraiga hacia la luz.
Y también necesito de esos amigos de fin de semana, esos que caprichosos ellos son capaces de alegrarnos el corazón un día, y apuñalarnos el alma al otro... Sin ellos, la búsqueda será baldía. Deben entender que somos muchos los que nos vamos a dejar la vida para encontrarlo, el alma. O ellos hacen lo mismo o ya nada tendrá sentido.
Me han dicho que este fin de semana andará por aqui cerca. Y allá que iré a buscarlo, iremos a buscarlo. Es imposible esta vez que tantas Almas, Sevillistas, le dejen escapar.
Me han dicho que este fin de semana andará por aqui cerca. Y allá que iré a buscarlo, iremos a buscarlo. Es imposible esta vez que tantas Almas, Sevillistas, le dejen escapar.
Seré maleducado..., ni siquiera me he presentado.
Me llamo Inflexión.
Y ando buscando mi punto.
Ando buscando, mi punto de inflexión...
Esperemos encontrarlo hermano,nos está haciendo muchisima falta a todos,un abrazo.
ResponderEliminarEn la vida hay muchos puntos que la inflexión puede tomar. Sin duda, el equipo necesita un punto de inflexión en lo que a tendencia se refiere. De perdedora a ganadora pasando por dicho punto.
ResponderEliminarPero yo creo que la afición sí que ha encontrado su punto. Creo que está siendo la semana más tranquila en mucho tiempo en este sentido, porque toda la afición (la inmensa mayoría) ha dejado de lado todo, consciente de la importancia que tiene ahora la unión en pos de salir de esta.
Y si la afición encuentra su punto, el otro punto, el que cambiará la tendencia del equipo, estará más cerca.
Magnífico post, amigo.
Un fuerte abrazo.
Pues yo también la estaré esperando, no queda otra.
ResponderEliminarEl Sábado a muerte con mi Sevilla, esperemos que los que saltan al césped hagan lo mismo y les dure 90 minutos no solo los 15 primeros.
Estupendo post amigo, el punto de inflexión tiene que llegar el sábado si o si, y allí estaremos apoyando a los nuestros.
ResponderEliminarun abrazo
Seguro que este sabado aparece. Entre todos los acorralaremos y esta vez no se escapa.
ResponderEliminarSe nota que la gente esta por la labor a pesar de quien antepone su cabezoneria de pedir que se vayan todo Dios ahora, con lo que tenemos encima.
Este sabado debe cambiar todo y para bien.
Un abrazo de tu amigo Gonzalo.
Es la hora de poner en práctica lo que nos une a todos NUESTRO SEVILLISMO y cuando esta afición dice AQUI ESTAMOS NOSOTROS no hay equipo que se resista.
ResponderEliminarMañana a las 22 horas es ese punto de inflexión que tan acertadamente comentas en esta entrada.
Un abrazo
Magnífico artículo, magnífica foto, magnífico llamamiento...
ResponderEliminarEl punto de inflexión ya ha llegado, ya está aquí.
Un abrazo.