La insensatez suele costar cara.

Rara  vez suele tener premio. Casi nunca.

No hablo de valentía, mucho menos de osadía. El insensato cree poder. El valiente, el osado sabe que puede...

Llega el Sevilla a Madrid para enfrentarse al único equipo en la historia que ha ganado una final de champions antes de jugarla...o al menos de eso intentaron, convencernos la prensa de la capital, por más que los alemanes del Bayer les pusieran blanco sobre negro el pasado miércoles.

Arma de doble filo enfrentarse  a los de Mourinho tras haber caído en puertas de esa "final ya ganada", por penaltis y en el Bernabeu, frente a su gente.

Partido para los madridistas para reivindicarse o  para acabar de sucumbir frente a la tragedia teutona.

Comentaba Michel en la previa que para tratar de hacer daño en "la galaxia", el camino era seguir la senda del propio Bayer. Con todo los respetos para el técnico sevillista, creo que nos equivocamos de ser esa la consigna.

Y lo pienso en virtud a que todo, absolutamente todo es diferente a ese partido que dejó al R.Madrid fuera de levantar la décima. Total, para que Sergio Ramos volviera a tirarla...

Creo que cualquier parecido entre ese partido y el que el Sevilla debe disputar este domingo al mediodía es pura coincidencia. Ni siquiera el resultado vale..., recordemos que los alemanes perdieron en un partido de 120 minutos por 2-1, resultado que supieron manejar a la perfección pero que al Sevilla le valdría exclusivamente para cosechar aquello de una "derrota digna", o sea, nada.

Y no nos engañemos, Sr. entrenador, Michel, para lo malo y lo mucho de bueno, el Sevilla no es el Bayer. Más quisieramos tener su poderío físico y su competitvidad...

Con todo ello, con todos los condicionantes que rodean el partido, el Sevilla, Michel, debería manejar el encuentro sabedor del estado con que los "Mourinho team" llegan al mismo. Estado anímico y físico. Si el Sevilla es capaz de prolongar durante el partido esas secuelas, si es capaz de conseguir que la herida abierta frente al Bayer les acabe desangrando con el paso de los minutos, seguro que tendrá opciones en el tramo final del encuentro de asestar el golpe definitivo.

Aunque sea una perogrullada, el Madrid no es el Barcelona.

Los de Guardiola exigen el balón, los de Mourinho solo lo piden...

Los Messi y compañía están, viven en tu casa, los Ronaldo y su colegas llegan, si se les deja, una y otra vez...

Sabedor del peligro del contragolpe de los semifinalistas que cayeron esta semana frente al Bayer, creo que la consigna debe esa, no permitir que el Madrid llegue..., obligarles a que estén...

De esta manera, los que sin duda pueden tener oportunidad de contragolpear será el Sevilla, que con Navas, quién sabe si Babá, Reyes, tampoco sería mal asunto.

En cualquier caso, la tarea, la pinten como la pinten, es complicadísima. Con lo fácil que se ve todo desde el teclado de un ordenador...

Más allá de la complejidad del partido y dejando a un lado el componente que siempre genera la ilusión de ver ganar a nuestro Sevilla, mucho más en la casa blanca y a pesar que las sensaciones dejadas en las últimas jornadas no son muy halagüeñas, creo que Michel, que de insensato parece tener muy poco, intentará sacar provecho a todos los condicionantes que rodean al partido.

Para tratar de hacer sonar la flauta, 22 los Hamelines que han viajado a Madrid en el día de ayer para concentrarse fuera del mundanal ruido.

La feria puede esperar.

Los expedicionarios que ya pernoctan en la capital del Reyno son los siguientes:

Palop, Varas, Julián, Coke, Cala, Fazio, Spahic, Deivid, Luna, Fernando Navarro, Medel, Campaña, Rakitic, Guarente, Navas, Trochowski, Reyes, Luis Alberto, De Mul, Manu, Babá y Negredo.

Seran bajas en la lista definitiva de 18 los sancionados Medel que se unirá a sus compañeros desde la capital y el jiennense Del Moral así como los lesionados Escudé, Kanouté y Perotti.

La necesidad obliga. El Sevilla, por deméritos propios, se encuentra a cuatro partidos para que finalice la temporada con la obligación de competir al límite en cada partido si quiere conseguir el objetivo, aunque sea el menor de meterse en la Europa League. El objetivo prioritario marcado por la Entidad, la liga de campeones parece que un año más, como la feria, también tendrá que esperar...

Igual el valiente, el osado es el que antepone todo a costa de conseguir sus objetivos. Incluso el exponerse al que dirán.

Dame pan y llamame tonto...

Y si la necesidad obliga, mala compañera de viaje será la insensatez.

Suele costar muy cara...