Lo peor, aún puede estar por llegar.

Que pena.

Hacia años que no veía al Sevilla bajar los brazos en un encuentro de manera tan lastimosa como esta noche. He visto partidos malos, desesperantes si me apuran, pero siempre intentándolo hasta el pitido final.

Del partido de anoche, lo que menos me preocupa a estas horas es el resultado. Lo realmente preocupante es lo que esta transmitiendo este Sevilla.

Me preocupa que después de 7 partidos oficiales, el entrenador de mi equipo intente explicarme los motivos de porque en la 1ª parte sale con Zokora-José Carlos-Cigarini, y en la 2ª desbarata de un plumazo ese dibujo táctico para jugar a otra cosa totalmente diferente, bueno jugar, intentar jugar.
Tras el descanso, tenía la sensación que todavía estábamos en pretemporada y que Antonio Álvarez estaba haciendo probaturas en cuanto al sistema a emplear.

Si los primeros 45 minutos fueron insulsos, falta de agresividad, falta de profundidad, falta de todo, frente a un equipo donde en la 1ª media hora daba la sensación de ser uno de los equipos mas cortitos a nivel europeo que han pasado por el Sánchez Pizjuan, la segunda mitad ha sido para echársela a los leones.

Lo peor de todo no es lo que desde el banquillo se esté transmitiendo a la grada. Lo realmente grave es lo que se pueda estar transmitiendo a la propia plantilla.
Da una tristeza enorme ve a jugadores como Fabiano, Navas, Kanouté, Capel, Perotti, etc... hasta Palop en el día de hoy, verlos en muchas fases del partido como ausentes y sin saber realmente que hacer.

Tras la pretemporada, donde amen del físico, la tarea primordial de cualquier técnico es inculcar a sus jugadores los conceptos tácticos que serán la llave para competir, y después de más de dos meses de trabajo, este Sevilla se encuentra a estas alturas huérfano de estilo, de sistema y de identidad.
Por muchas vueltas que se le ha dado y que se le seguirá dando en torno al sistema, este no cambia si el equipo no sabe jugar a nada, sino tiene un estilo propio, definido, el famoso "sello".

En la rueda de prensa posterior al partido, Antonio Álvarez ha asumido hasta en tres ocasiones la total responsabilidad de la situación del equipo y curiosamente, sin que se le haya cuestionado al respecto.

Para ello, dijo tener la solución a los problemas, y creerme si os digo que eso me crea todavía más desasosiego. Hasta ahora, todos los remedios que ha intentado para sanar las heridas, están yendo de mal en peor. El enfermo sigue desangrandose sin remisión.

De ahí que me pregunte, si lo peor, aún puede estar por llegar.
No es este el mejor panorama posible que uno visualiza a comienzo de toda temporada, todo lo contrario.
Paciencia, toda la se quiera dar. Apoyo, todo el que se pueda dar.
Soluciones, vengan de donde vengan, todas las que se deban dar.





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