La inexorable ley del fútbol.

Dicen que una imagen vale mas que mil palabras. A esas horas, Antonio Álvarez todavía no tenía confirmación de lo que sería su posterior cese.
Consolado por el técnico del Hércules, Esteban Vigo, el ya extécnico sevillista aparece con la mirada perdida sabedor que su futuro pendía ya de un finísimo hilo.

A pesar de mantener una actitud crítica en cuanto a los resultados de su trabajo, como sevillista no puedo por más que lamentar profundamente lo que ha sido una destitución a todas luces necesaria.
Desear de todo corazón la mayor de las suertes y todo el éxito del mundo para Antonio Álvarez Giraldez.

Pienso honradamente que no se debería haber llegado a esta situación. En su momento me posicioné como otros muchos sevillistas sobre la renovación de Antonio Álvarez tras acabar la pasada temporada.
Creo que fue equivocado el argumento esgrimido desde el consejo y desde sectores cercanos al club, que la renovación no era más que la culminación al cumplimiento de unos objetivos.
Bajo mi humilde opinión, fue del todo punto erroneo, en algún que otro caso, engañoso, el querer vender que con menos de dos meses de trabajo, con 10 partidos ligueros y una final, se pueda considerar que los objetivos se habían cumplido en ese periodo.

En ese tramo final de la temporada, ya se evidenció carencias en el cuerpo técnico insostenibles para un club que está instalado en la élite y con la liga de campeones en el punto de mira.
Esas carencias no eran motivadas por otro motivo más que por la inexperiencia.
No comulgaré con ruedas de molino, así lo pensé y así lo sigo pensando.

Evidentemente, agua pasada no mueve molino, pero atrás han quedado un título perdido de manera vergonzante frente al FC Barcelona y lo que es más grave, una fase previa para jugar la liga de campeones, lastimosamente perdida ante un rival de 2º nivel en el concierto europeo con lo que ello ha supuesto institucional y económicamente para la Entidad.

Esperemos recuperar el terreno perdido en este inicio de temporada, no ya en puntos, las diferencias son mínimas, pero si en autoestima, en respeto, en crédito y sobre todo en autoridad frente a nuestros rivales directos.
Valencia, At de Madrid y hasta Villarreal tienen ya las cosas muy claras y el camino muy limpio en ese sentido.

Para ello, ineludiblemente como 1ª tarea para el nuevo técnico, poner algo de orden en el caos táctico en que se encuentra el equipo. A ello, unirle el hacerse con las riendas de una plantilla acostumbrada al trato "amigable" de Antonio.
De sobra conocido el carácter serio y disciplinado del jiennense dentro del vestuario.

Ahora toca serenar los ánimos. Tener confianza en este nuevo proyecto deportivo liderado por Gregorio Manzano y tratar de remar todos en el mismo sentido.
Esta tarde, presentación y primer entrenamiento.
A rey muerto, rey puesto.