Mi primera vez...

Abstenerse morbosos.
No voy a hablar de esa primera vez que algunas mentes calenturientas pudieran pensar, como es obvio.
Estamos a las puertas de abrir una nueva campaña de abonos, y de no ocurrir catástrofe, ahi estaremos cumpliendo religiosamente con este maravilloso impuesto revolucionario.
La historia se repite. Año tras año, la misma rutina.
Antes, era yo, y mis hermanos, los que acompañábamos a mi padre, todos los finales de julio, cuando cobraba su paga extra del 18 de julio que la llamaban, a las taquillas del Sanchez Pizjuán y entre sus ahorrillos, y lo que le arrimaba de la paga, sacaba sus 5 abonos, llenando de ilusión el corazón de unos niños por aquel entonces.

Nunca tuvo mi padre la sensación de estar comprando nada.
Nunca tuvo mi padre la tentación de exigir de donde nadie le obligaba.
Era ya bastante para él, tener derecho con sus abonos a entrar y sentarse junto a sus hijos, en ese gran teatro, llamado Ramón Sanchez Pizjuán.

Afortunadamente, dejo ese legado a esos niños que hoy, cumplimos igualmente con ese maravilloso impuesto. Y nos dejo ese legado, con las mismas "condiciones particulares".

Nunca he tenido la sensación de estar comprando nada.
Nunca he tenido la tentación de exigir de donde nadie me obligaba.
Siempre he sido consciente que a la hora de sacarme mi abono, y el de mis hijos, este me daba derecho a entrar, y sentarme en mi asiento del Ramón Sanchez Pizjuán. Nada más. Y nada menos.

No entiendo el estereotipo de "como pago, exigo"...
Sacarse el abono, no es comprar un producto, no es pagar un impuesto donde hay una contraprestación.
Entiendo que desde las instituciones, desde el club, los propios jugadores, hagan uso de ese estereotipo " que la afición paga y tiene derecho a exigir".
No pueden decir lo contrario, desde ese otro lado del muro.
Desde este otro lado, el del abonado de a pie, que hago uso de mi libertad para sacar o no ese abono, no lo entiendo así.
En el momento en que, por circunstancias, el ir a " mi Bombonera", deje de tener sentido, haré igualmente uso de mi libertad, y decidiré no sacarme ese abono.
En mi caso, fue la salud la que en una etapa determinada de mi vida me privó de seguir acudiendo a mi Estadio.

Nunca he puesto condiciones para ello, daba igual estar en 1ª o en 2ª, que el equipo jugara bien o jugara mal, que lo entrenara tal o cual entrenador.
No he entendido muy bien, la postura de Sevillistas que ultimamente SI han puesto condiciones para ello...
Así como nunca he entendido a los pitadores. Ni antes, ni durante ni después de los partidos.
No digo que ni se sea más o menos, ni mejor o peor, solo digo que no lo entiendo.
Y además Sevillistas antiguos, que han visto y padecido mucho en ese Estadio.
Y además Sevillistas que al parecer, entienden " tela " de fútbol, ¿verdad Antonio?.
No se si será tu caso. Si se que es el de muchos de tus colegas...

Por cierto Antonio, cuando pase por el lado tuyo, allí a las afueras del Sanchez Pizjuán, donde estáis siempre, si tienes algo que decirme, dímelo a mi, no necesitas decirlo a voces a tus compañeros para que yo me entere. No hagas uso de la misma cobardía que haces cuando mandas tus mensajitos y no eres capaz de dar la cara.
Algún día te dedicaré un post enterito para ti, Antonio.

Pero hoy no.
Hoy solo quiero recordar esa primera vez, año 1970, en que mi padre, sacó por primera vez, mi abono y el de mi hermano mayor J. Manuel.
Hoy solo quiero transmitir esa ilusión, a unos niños, a mis hijos, que nuevamente están deseosos de acompañar a su padre a las taquillas del Ramón Sanchez Pizjuán, y sacarse sus abonos.
En el va incluido, como cada año, un millón de ilusiones.
No seré yo el que se las robe.
Otro año más, otro año más...