Del carajo, lo estamos haciendo, del carajo...

Ante todo, pedir humildemente perdón y mil disculpas por lo escatológico de este post. Soy consciente que me he cargado de un plumazo el libro de las buenas formas y del buen estilo a la hora de escribir aunque solo sea para hacerlo en un simple artículo como este.

Quienes me conocen a través de Almas Sevillistas, saben que no es lo habitual, ni siquiera una excepción, pero en honor a la verdad, si soy sincero, en esta ocasión poco o nada me importa.

Igual sea solo una huida hacia delante,  igual sea solo un instinto reflejo por la tristeza que me produce ver el estado de excepción en que se está convirtiendo este nuestro Sevilla, igual la impotencia de ver como aquel equipo que hace la friolera de ¡¡ DOS AÑOS !! que no gana un título sufre en sus entrañas las embestidas de la que otrora no hace mucho era el latido de su corazón: su AFICIÓN.

Yo era uno de los convencidos que con la marcha de Manolo Jiménez (por muy injusto que a mi me pareciese su destitución y todo lo que en torno a él se originó),  la afición del Sevilla recuperaría poco a poco el pulso, ese que se aceleró de forma descomunal creando una división de proporciones casi inasumibles y que bien nos pudo llevar casi al abismo.

Nada más lejos de la realidad. Se fue Jiménez y la cosa ha ido no a peor, lo siguiente.

La verdad es que tenía en la cabeza un montón de argumentos con los que exponer este post, pero si os soy sincero, ninguna ganas de hacerlo.

Hoy me ha dado por leer no pocos foros, webs, revistas, blogs, todos ellos en clave sevillistas, incluso alguno de ellos los cuales no había visitado nunca, unos por afinidad, otros por cuitas personales, otros por simple desconocimento y la verdad es que por desgracia, globalizando, el sentir que se respira no es más que el reflejo de todo lo que se esta viviendo en la Entidad del Sevilla FC.

¿O será al revés?...

El conflicto Biris Norte - Del Nido ha sido el desencadenante para que aflore sin tapujos la división existente en esta más que centenaria afición. Prometo, al menos lo intentaré, no hablar más de este asunto. Tengo mi opinión al respecto, más o menos formada, con más o menos conocimiento de las cosas pero no pienso seguir siendo partícipe de esta sin razón. No quiero ni debo seguir participando de este circo que me da a mi la impresión se ha creado de manera concienzuda y a propósito. Cada uno tiene su verdad, cada uno es dueño de su verdad, pero que a nadie se le escape, nadie es dueño DE LA VERDAD.

Cansa aquello del, "y tú más".

Entre todos la mataron...

Todos. Yo el 1º. Y no me duelen prendas enarbolar el "mea culpa". Por más que mi intención siempre ha sido la de querer, al menos intentar sumar, no tengo la menor duda, no se si menos o más, que he colaborado a montar este penoso circo. Todos hemos estado, seguimos siendo en mayor o menor medida participes de esta cancerígena división que asola al Sevilla FC.

Que casualidad que todo esto se haya desencadenado en estos dos últimos años, justo los que este nuestro Sevilla lleva sin traer un título a sus vitrinas. No me cabe duda que todo es fruto de la casualidad...

Igual todavía hay quien piensa que lo habitual en este más que centenario club es que los títulos nos lluevan como caídos del cielo una temporada si, y la otra también.

Se me ocurre que mientras se presenta la oportunidad de volver a ganar otro título, lo mismo no lo vuelven a ver ni nuestros hijos, vaya usted a saber, igual nos podríamos inventar otro, ponganle el nombre que más les gusten con tal de saciar el ímpetu de destrucción que se respira en torno al sevillismo.

Aunque igual no hay ni que inventarselo, lo tenemos delante de nuestras narices y lo estamos despreciando como si ese título no tuviera valor alguno: SER SEVILLISTA.

Lo que el Sevilla está viviendo en esta temporada que recién ha comenzado es mucho más complicado y trascendente de lo que la gente puede llegar a pensar. Mire usted que buena oportunidad para comprobar que las estructuras, las famosas estructuras que el presidente del Sevilla forjó a lo largo de su gestión, le pese a quién le pese son, si no INDESTRUCTIBLES, al menos sin con la suficiente fortaleza como para soportar este tsunami que se está gestando y que a poco que la madre naturaleza lo desvie de su trayectoria, amenaza con asolar y sálvese quién pueda, todo lo que se menea...

En una temporada que a mi personalmente en lo deportivo me ilusiona, en la que tengo buenísimas sensaciones, de la que lamentablemente apenas se habla, yo casi nada y que ojalá sea capaz de aislarse en lo deportivo para que la repercusión de la nefasta división existente en la afición sea la menor posible, aunque mucho me temo, que al final todo suma, en este caso, todo RESTA.

Al final, nosotros también hemos caído en el "divide y vencerás". Lo que no tengo muy claro, es quien es el hacedor de todo ello, de la división, y menos aún, que premio hay para el vencedor...

Pues nada, mientras los bomberos encargados de apagar la mecha encuentran si no las mangueras, al menos un mísero cubo con el que coger agua ( porque se supone que los bomberos no solo están para eso, también tienen el deber...), nosotros sigamos alentando al pirómano, que lo estamos haciendo muy bien.

Del carajo, lo estamos haciendo del carajo...