El espejo.

Es la otra cara de la moneda.
La temporada del Sevilla At dista mucho de la que por desgracia nos están ofreciendo el 1º equipo, donde los problemas de la otrora identidad perdida, esa que nos hizo ser respetado en el panorama futbolístico europeo nos esta llevando a una cruda realidad: la transición.

No hace mucho comentaba el director deportivo Monchi, que el Sevilla estaba inmerso en esa transición necesaria en todas las plantillas y que el objetivo era no bajar el listón de los últimos años. Pronto es para afirmar ni confirmar nada pero a día de hoy, esta se nos antoja mucho más compleja de lo que en un principio se pudiera imaginar.

En ese periodo de cambio, algo fundamental y que hay que recuperar en el menor plazo posible: el hambre.
Hambre de conseguir cosas, de seguir compitiendo.

Y eso es lo que está ocurriendo con el 1º filial de la Entidad.
Tiempo habrá para reflexionar en estos días sobre la delicada situación de la 1ª plantilla.
En cualquier caso, las soluciones deben llegar a muy corto plazo para no mandar la temporada al garete.

Permitidme que dedique este post a unos chavales y a un técnico que están siendo dignos de todos los elogios y de que se le tenga más en consideración de la que en algunas ocasiones se le tiene.

Esta mañana, en otro espectacular encuentro disputado en el estadio Álvarez Claro de Melilla, el Sevilla At ha conseguido un más que meritorio empate a 4-4 frente a unos de los máximos aspirantes a disputar el play off de ascenso a la 2ªA.

Más allá de la crónica, donde hay que resaltar los dos goles de Luis Alberto, un golazo de Luna y otro más de Jairo Caballero que ya lleva 8 en esta temporada, cabe destacar el espíritu de superación y de sacrificio unido a las inmensas gotas de calidad que atesora este equipo.

Aún jugando con diez jugadores durante 55 minutos, el filial llegó a los últimos cinco minutos por delante en el marcador merced al gol de Jairo en el minuto 22 de la 2ª mitad que hacía el 3-4.
Un polémico penalti en la recta final del partido a favor del Melilla posibilitó el definitivo empate a cuatro.

Este empate unido a la victoria esta tarde del R.Murcia frente al Lucena por 4-0 desbanca del liderato al filial, dato que a estas alturas no deja de ser meramente anedótico.

Empate con sabor a victoria por como se ha producido y que no hace más que refrendar la magnífica temporada que están realizando este grupo de chavales y que en un principio generó algunas que otras dudas principalmente motivadas por la juventud de la plantilla.

Ramón Tejada está sabiendo conjugar y transmitir a sus jugadores ese espíritu necesario para competir y con eso están saliendo beneficiados todos. Entrenador, jugadores, aficionados y Entidad.

---------------------Imagen A.D. Ceuta.

Los Luna, Luis Alberto, Rodri, Bernardo, Campaña y seguro que alguno más están llamando con rotundidad a las puertas del 1º equipo.
No quiero decir con esto que tengan que jugar mañana pero que va siendo hora de tenerlos en cuenta, tal vez si.
Este filial es el vivo ejemplo de que la calidad no tiene que estar reñida con la intensidad, con el espíritu de sacrificio. A las pruebas nos remitimos. A este equipo no diré que le sobra pero estoy completamente seguro que no le falta ninguno de estos ingredientes.

Uno, con el drama que se vivió ayer en el Sánchez Pizjuan todavía en la retina, me pregunto si no sería buen ejemplo a seguir el de este grupo.
Manzano y los suyos, más allá del estilo de juego y de sistemas tácticos, deberían empezar por recuperar aquellas señas de identidad que nos abrió las puertas de los triunfos. Señas de identidad donde el hambre por ganar, por competir fue su arma secreta.

No me cabe duda que el ejemplo de este grupo de chavales comandado por Ramón Tejada, piedra angular del crecimiento de muchos de ellos, sería un muy buen espejo.