como fantasmas, esperas el nuevo día
a que te traiga esperanza.
El retrete en el rincón, aquel
lavabo mugriento y aquel banquillo
clavado, te invitan a que estés muerto.
A veces, te sobresaltan los gritos
que dan los presos, haciéndote que
estás vivo aunque por dentro estés muerto.
Necesito aire fresco. Necesito libertad.
¡¡Que vuelen mis pensamientos.!!
Estos versos sueltos llegaron a mí a mediados de la década de los 70, escritos en Carabanchel por uno de los condenados por el régimen franquista en el Proceso 1001,en concreto por el que más tarde fue mi camarada, compañero y amigo Paco Acosta, y que fuera condenado junto a Marcelino Camacho, Fernando Soto, Muñíz Zapico, Eduardo Saborido y algunos más, a 160 años de cárcel por estar reunidos ilegalmente en Madrid, en concreto en Pozuelo de Alarcón y..."conspirando contra el Régimen de Franco".
El Proceso 1001 coincidió en fechas con el asesinato de Carrero Blanco, y las carnes de comunistas y sindicalistas (CCOO) estaban abiertas por el temor a que aquellos jóvenes se convirtieran en chivos espiatorios del tal asesinato, a pesar del comunicado de ETA diciendo ser autores de dicho atentado.
Fue una época de reuniones clandestinas aquí y allá y siempre o casi siempre con la policía y la Guardia Civil a tus espaldas o tocándote los talones. Miedo y adrenalina en cada momento del día y de la noche. Veías un Guardia Civil acercarse, sonar el teléfono de tu casa o llamar a tus puertas a horas no habituales y te entraba por el cuerpo la de"un cristo crucificado". Eran sensaciones encontradas de miedo, orgullo, satisfacción y temor. Era hacer una vida normal cotidiana y otra en la clandestinidad. Tengo que reconocer que jamás me ocurrió nada, salvo tener que ir a declarar un par de veces o tres al Cuartel de la Guardia Civil, así que no soy un mártir político ni nada que se le parezca.
Fueron mis primeros escarceos como simpatizante del PCE hasta enero del 76, que de la mano de Paco Acosta, Eduardo Saborido y Javier Aristu ingresé en el partido en plena ilegalidad. Fueron sensaciones contradictorias las que tuve tras mi afiliación. Por una parte, una alegría inmensa por pertenecer a aquella organización y trabajar junto a personas de tan alta calidad humana y política, y por otra, un miedo atroz al saberte perseguido, vilipendiado y acosado por una parte de la sociedad que veían a los comunistas como auténticos demonios salidos de las profundidades de los infiernos. Dí mucho pero aprendí muchísimo más. Fui una bocanada de aires de libertad que me inundó por completo e hizo de un hijo de la dictadura, un comprometido contra ella.
Así, tuve el inmenso honor de compartir mesa de trabajo con gente como Dolores Ibárruri, Santiago Carrillo, Felipe Alcaraz, Ignacio Gallego, Javier Pérez-Royo y Fernando Perez-Royo, Rosa Bendala, Amparo Rubiales, Eduardo Saborido, Javier Aristu, Julio Anguita, Benitez Rufo... y un larguísimo etc, etc, que no dudo ni un solo momento que moldearon mi carácter y mi personalidad; aunque luego, algunos de éstos se fueran a hacer "carrera política" al PSOE porque aquí...pero "es de bien nacido ser agradecido".
Me mantuve como militante activo hasta 1992 causando baja por motivos ideológicos y coincidiendo con el nacimiento de IU. Y me gustaba el proyecto político a pesar de sus lagunas ideológicas, sobretodo por la persona que lo ponía en práctica, Julio Anguita, el político más honesto e íntegro que ha dado la democracia hasta la fecha; hoy viviendo en un piso de 60 m2 y con el sueldo de un maestro jubilado. Para ejemplo de toda la clase política reinante en este corrupto país.
Apenas llevaba un año de militancia cuando sucedió la matanza de Atocha: Cuatro abogados laboralistas muertos acribillados a balazos, y seis malheridos por la ultraderecha franquista. Fueron días de miedos, pesimismo, dolor y pesadumbre hasta el infinito en la familia comunista y en la izquierda en general. Todos estábamos advertidos que la ultraderecha no se detendría ante nada y ante nadie. Se sabían y se sentían protegidos por los poderes fácticos reinantes en esos momentos. La FN de Blas Piñar y los Guerrilleros de Cristo Rey, llevaban el miedo a las calles y a la Universidad sin ningún tipo de escrúpulos.Ellos pusieron de moda las cadenas para golpear sin piedad.
Me sentía joven y fuerte. Lleno de ideales, algunos inalcanzables por utópicos pero, dispuesto a luchar por ellos aunque, a veces, tengo que reconocer que con mucho miedo. No se celebraba una reunón de 5 o 6 personas que no tuviéramos el miedo metido en todos los poros del cuerpo.
Era un trabajo agotador. Había que reeducar a mucha gente: la Universidad, los centros de trabajos, los tajos, las calles, etc. Gente humilde y analfabeta que eran más falangista que José Antonio P. de R. y que había que enseñarles a pensar por sí mismo y a elegir el camino de la libertad...
Recuerdo que a finales del 80 y principios del 81 fue una época muy convulsa. Se habían celebrado Elecciones Generales y las primeras Municipales. El país vivía en una contínua rumorología golpista, la prensa, la radio, la TV y los "macutazos" diarios de la calle, de militares descontentos, de policías insatisfechos y de Guardias Civiles "dispuestos a todo" ya que nadie había asimilado aún que Franco había muerto y que estábamos entrando en un período democrático. Y llevaban razón, Franco había muerto pero el franquismo estaba muy vivo: tan vivo que, aún hoy, creo que sigue vivo.
Y existe un refrán muy español que dice "cuando el río suena..."
Yo trabajaba en la enseñanza en una localidad de la Sierra Sur. Era miembro activo del PCE, tanto antes como después del 9 de abril del 77, fecha de la legalización del Partido Comunista de España. Y ganamos las primeras Elecciones Municipales con mayoría absoluta. Y como era el segundo de la lista fui nombrado Primer Tte., de Alcalde de aquel Ayuntamiento cuya composición era:
Ya os podéis imaginar los plenos del Ayuntamiento con comunistas y franquistas (FN). Habíamos hecho un gran trabajo político y de concienciación y obtuvimos el premio en las elecciones.
Trabajamos mucho y bien, y alcanzamos logros importantes inimaginables en aquellos tiempos. Para muestra un botón: conseguimos sacar del analfabetismo total a 150 obreros del campo y a muchas de sus esposas, gracias al esfuerzo nocturno de unos pocos y a la ilusión por aprender que ponían aquella gente ávidos de saber. Pusimos de moda aquello de..."ya ni firmamos con el deo ni nos lo chupamos". Hicimos la primera huelga de
obreros del campo. Los primeros encierros en la Iglesia. Las primeras huelgas de hambre y la primera huelga general del pueblo, cerrando todo.
Fueron las primeras huelgas en los tajos reivindicando salarios, los primeros piquetes...los primeros en muchas cosas. Los primeros en abrir puertas para que, con los años, pasaran miles, millones de trabajadores reivindicando salarios, horas de trabajo, de descanso, vacaciones y...derechos, muchos derechos que durante cuarenta años habían sido arrancados y explotados por los poderes reinantes, a la clase más humilde y por tanto más desprotegida. Igual que hoy.
Mientras unos sacábamos del analfabetismo y le enseñábamos cómo reivindicar un salario; otros, en Navidades, se reunían en la Iglesia del pueblo para darles limosnas.
Limosnas que consistía en una cesta con varios productos de primera necesidad entregados por señoras emperifolladas de la localidad para, así, dejar sus conciencias limpias.
Conseguimos que no fuera nadie a por "esas limosnas" y le enseñamos a gritar a los cuatro vientos: ¡¡No queremos limosnas, queremos trabajo!!
De esa época son estas soleares que un día cantó nuestro amigo José Menese:
Llegó el 23 F. Era por la tarde. Mientras en el Congreso de los Diputados se celebraba la toma de posesión de Calvo Sotelo como Presidente del Gobierno tras la dimisión de Suarez que, luego hablamos de los rumores existentes con respecto a ésto, en mi Ayuntamiento estábamos reunidos la Comisión Permanente de dicho Ayuntamiento tratanto asuntos locales, cuando se acerca un miembro del PCE para decirnos que pusiéramos la radio y escucháramos.
Así lo hicimos. Allí estuvimos escuchando hasta las ocho de la noche. Salimos de allí muy preocupados y con el miedo en el cuerpo, y nos dirigimos a la sede del PCE y CC OO, recogimos todos los carnet de los militantes y las libretas de afiliación, los envolvimos en varias bolsas de pláticos y los escondimos en una cañería del patio. Fue el consejo de un militante viejo que había vivido la Guerra Civil. Eso mismo se lo hicimos saber a la gente del PSOE y UGT. que aunque eran pocos, los había y muy buenos.
Así lo hicimos. Allí estuvimos escuchando hasta las ocho de la noche. Salimos de allí muy preocupados y con el miedo en el cuerpo, y nos dirigimos a la sede del PCE y CC OO, recogimos todos los carnet de los militantes y las libretas de afiliación, los envolvimos en varias bolsas de pláticos y los escondimos en una cañería del patio. Fue el consejo de un militante viejo que había vivido la Guerra Civil. Eso mismo se lo hicimos saber a la gente del PSOE y UGT. que aunque eran pocos, los había y muy buenos.
Yo estaba asustado. Muy asustado porque tenía en mi poder varios anónimos amenazándome de muerte, me imagino que de fascistas de aquella localidad, y lo había puesto en conocimientos de Nicolas Sartorius, Felipe Alcaraz y el propio Santiago Carrillo. Me dijeron que no me preocupara pero que viviera en estado de alerta contínuo. Quien amenaza no cumple dicha amenaza, me decían. Pero el amenazado era yo.
Estaba soltero y vivía solo. Los lugareños se habían encerrado en sus casas y sobre las 10 de la noche decidí marcharme del pueblo a mi casa; y al pasar por la puerta del Casino, un tal R. R. me levanta la mano para que pare el coche, lo paro, bajo el cristal y me dice:
"Donde te escondas te encuentro".
Yo le respondí con un lacónico "nos vemos" y continué mi camino.
"Donde te escondas te encuentro".
Yo le respondí con un lacónico "nos vemos" y continué mi camino.
Pasado unos meses, el tal R.R. me pidió una entrevista en el Ayuntamiento para que le condonara el agua corriente que debía el Casino. Le contesté: "Sería lo último que hiciera yo en este Ayuntamiento, así que retírese que estoy ocupado y tengo mucho trabajo". Y pagó todo. El muy...se había enterado que estábamos condonando las deudas del agua corriente a los obreros del campo en paro.
Fueron momentos muy duros. Muchos compañeros comprometidos atravesaron los Pirineos, Portugal y Gibraltar. Eran los señalados por la dictadura y por supuesto que eran muchísimo más valientes que aquellos que vivieron el asalto al Congreso delante de la TV y en su mesa-camilla.
A nivel de partidos políticos, la rumorología sobre el intento de golpe del 23 F se disparó en todos los sentidos. Desde que el "Elefante blanco" era el propio Rey y de ahí que no saliera en TV a defender la Constitución hasta las 2 de la madrugada, cuando ya estaba seguro que el golpe no triunfaría...a una posible reunión de Adolfo Suarez en la Zarzuela con 5 Capitanes Generales y el Rey para acordar el asalto al Congreso. Repito que solo eran rumores y por tanto no hace falta recordar nuevamente aquel refrán español pero...muchas preguntas han quedado en el aire para la Historia:
1.-¿Por qué Suárez presentó su dimisión al Rey tan rápidamente?
2.-¿Por qué sacó Milans de Bosch tan pronto los tanques a la calle?
3.-¿Por qué TVE fue ocupada y desocupada con tanta celeridad?
4.-¿Quién ordenó poner música militar en RNE.
4.-¿Quién ordenó poner música militar en RNE.
5.-¿Por qué el Rey se mantuvo en silencio hasta las 2 de la madrugada?
6.-¿Quién fue el alma del golpe, el "Elefante blanco"?
7.-¿Por qué en un tiempo se le consideró a Franco el "salvador de la Patria" y hoy se considera al Rey "el salvador de la democracia"?
8.-¿Por qué Milans de Bosch, Alfonso Armada, Pardo Zancada, Juan Garcia Carrés, Antonio Tejero y otros muchos no han hablado jamás?
9.-Y una pregunta muy de actualidad ¿qué relación existe entre un cazador de elefantes y un elefante blanco?
Como decía antes, fueron tiempos convulsos, llenos de todo tipo de rumores, de luchas, de reivindicaciones, de miedos, de cambios de mentalidad, de reuniones, de asambleas, de huelgas, de pasos hacia adelante para llegar.......¿A dónde?
PD.-Y hoy, viendo la corrupción reinante, me pregunto ¿Y todo aquéllo, para ésto? y me lleno de una profunda tristeza.
PD 2.-Solo intento poner, a grandes rasgos, mis vivencias antes, durante y después del 23 F. No busco nada más.
PD 3.-Darle las gracias a mi amigo Juan Ángel del Tena por permitirme en un blog sevillista escribir sobre algo tan personal.
A mi tambien me pone triste.
ResponderEliminarAlgunas veces recordando aquellos tiempos vividos juntos me pregunto si no pudimos hacer mas de lo que hicimos y muchas veces me hago la misma pregunta que tu.¿ Y todos aquellas luchas sin cuartel para que el rio limpio y cristalino desemboque en un oceano de mierda y corrupcion donde el pez grande sigue comiendo al chico?
Un fuerte abrazo compañero del alma
Lamento no poder opinar demasiado sobre el asunto. Era muy pequeño cuando ocurrió y ni siquiera lo recuerdo por mi mismo, sólo por lo mucho que se escribe y se habla de ello.
ResponderEliminarOtra cosa es lo que está sucediendo en la actualidad, pero la diferencia con aquella época es enorme. En aquella época, se pasó de una dictadura a una democracia y la gente clamaba por libertad. Hoy día, la gente es consumista, nihilista, conformista, egoísta... y otros muchos adjetivos terminados o no en "ista". Y de eso se aprovechan. Nos roban en nuestra cara y nosotros miramos para otro lado. Mientras no nos molesten y nos dejen ver Gran Hermano, el fútbol o chorradas varias, que hagan lo que quieran.
Estoy exagerando para explicar lo que quiero decir. Y muy mal futuro le veo yo a esto porque el pueblo pasa de todo. Y un pueblo que pasa de todo es muchísimo más manejable que un pueblo inculto.
Mala cosa, ya digo.
UN abrazo.
Estremecedora historia tan real como la vida misma.
ResponderEliminarCausa sonrojo y vergüenza como unos desalmados y sinvergüenzas designados por el pueblo para gobernar el pais, sean del color que sean, esten dilapidando de manera humillante todo lo conseguido por gente anonima como tu Juan, que apostaron por devolver la libertad a este pais que se llevo mas de 40 años bajo el yugo de la dictadura.
Yo si recuerdo perfectamente ese 23F, contaba con 19 años y puedo asegurar que el ambiente que se respiraba aquella tarde, sobre todo por nuestros padres y nuestros mayores era de autentico pánico.
Amigo, desde aqui solo me queda decirte: "tus cojones Juan, tus cojones..."
Un fuerte abrazo amigo.
Amigo Marchena
ResponderEliminarSoy Lolo del Distrito Sur, ¿te acuerdas? Claro que si porque estabamos juntos en Puebla de Cazalla el dia de la legalizacion del partido. Me lo ha dicho Paquito.
Cada momento tiene su historia y a nosotros nos toco vivir aquella pero la vida evoluciona y ahora la lucha es otra.
A ver si nos vemos. Un abrazo fuerte
Acabo de leer este increíble post, tengo 27 años y no viví la época que se relata, pero siento un enorme agradecimiento y admiración por todas esas personas que lucharon con tanta conciencia y tan poco reconocimiento por un mundo más justo.
ResponderEliminarPor vuestra dignidad, las nuevas generaciones tenemos que continuar vuestra lucha y que nunca quede en vano.
Gracias de corazón.