Del "sello" de Álvarez a la "magia" de Manzano.

Desgraciadamente, ambas, el "sello" y la "magia" han resultado ser un completo fiasco.

Tras la consecución de la copa del rey en Barcelona y con la cuarta plaza en el bolsillo, la renovación de Antonio Álvarez era un hecho.
Esos fueron los fundamentos esgrimidos para ello. Fundamentos que nunca compartí.

En palabras del propio técnico, las lineas maestras que el de Marchena quería implatar para el Sevilla de la 2010-2011 serían:
"El de un equipo que se coloca bien cuando no tiene el balón, que sabe sufrir para recuperarlo, al que es difícil que le hagan un gol y que cuando lo recupera genera nerviosismo en el contrario cuando va para arriba".

Creo que todos fuimos testigos del sinsentido del fútbol del Sevilla durante el tiempo que Antonio Álvarez dirigió al equipo desde que lo cogiera en Marzo del año pasado tras la destitución de Manolo Jiménez.
Decir que ese nerviosismo que manifestaba Álvarez que quería infundir al contrario cuando el equipo fuera para arriba, más bien se lo transmitía el propio Sevilla, cuando subía y cuando bajaba...

El 27 de Septiembre, tras la derrota en Alicante frente al Hércules, el Sevilla cesa al sucesor de Jiménez, y se trae para enderezar la nave sevillista a Gregorio Manzano.
El jiennense, y a ver quien es el guapo que dice que no, transmitió en ese momento la seguridad y confianza que necesitaba el club y todos confiamos, valga la redundancia en que el equipo recuperaría el crédito perdido en este inicio de campeonato.

En su presentación, el ex del Mallorca esbozó lo que quería de este Sevilla:
"No tengo un chip, no hay un botón el vestuario que yo ahora entro, pulso y todo cambia. No soy el Mago de Oz".
"Quiero un Sevilla que sea un equipo ganador, que sea un equipo que se atreva a ir a por los partidos sin miedo, que sepa aprovechar las cualidades de sus jugadores, que tenga identidad propia, que no tenga ningún temor a nada. Que sigan los valores que siempre ha tenido en el campeonato España y que se hable del Sevilla como lo que es: un equipo grande".

A pesar de que el propio técnico manifestase que NO era el Mago de Oz, fuimos muchos los que nos empeñamos en tildarlo como tal a las primeras de cambio.
Me he tomado mi tiempo mirando artículos escritos aquí, en la propia blogosfera sevillista sobre aquellos primeros días del Sevilla con Gregorio Manzano al mando y os sorprendería la de cosas que todos, en mayor o menor medida hemos llegado a decir...

A este respecto, solo puedo manifestar que la inmensa mayoría del aficionado al fútbol no tenemos ni puñetera idea del mismo.
Como bien dice mi amigo Fernando Rodriguez, una cosa es saber de fútbol, otra muy diferente entender de fútbol.

En cuanto a las intenciones de Manzano nada más aterrizar en el Sevilla, es curioso, pararos a releerlas:
"Quiero un Sevilla que sea un equipo ganador, que sea un equipo que se atreva a ir a por los partidos sin miedo, que sepa aprovechar las cualidades de sus jugadores, que tenga identidad propia, que no tenga ningún temor a nada. Que sigan los valores que siempre ha tenido en el campeonato España y que se hable del Sevilla como lo que es: un equipo grande".

Desgraciadamente nada de ello se ha cumplido. NADA.

Evidentemente, no todo puede achacarse a la labor del entrenador.

Una temporada donde el vestuario ha sido demasiado protagonista con sucesos que nada tienen que ver con el fútbol han ayudado sin duda a que esta haya resultado tan irregular y decepcionante. Y todavía esto no ha acabado.

Con las mismas y a falta de tres jornadas para que esto acabe, el objetivo menor e ineludible de la Europa League se vislumbra con muchas, demasiadas dudas.

Osasuna, R. Sociedad y Español.
Veremos a ver...

En cualquier caso, en esta temporada de transición, ¿solo de transición?, ni el "sello" de uno, ni la "magia" del otro han conseguido su objetivo.

Como consecuencia, el primero de ellos ya no está, y al actual le queda dos telediarios...

Quizás, solo quizás, todo pasa por recuperar la IDENTIDAD que nos hizo ganar el respeto en España y en Europa.
Después, nuevo entrenador, fichajes, bajas, altas, etc...
Pero primero, IDENTIDAD.

Manos a la obra.