Haztelo mirar...

No hace mucho, como en tantas casas del mundo, el dolor y el sufrimiento hicieron acto de presencia de manera traumática muy cerquita mía.

El motivo de tan duro trance, tiene mucho que ver con esto de lo que os quiero hablar en el día de hoy y que desde aquel fatídico día me propuse escribir.

A ti, precisamente a ti que cuando comienzes a leer este post querras salir inmediatamente de el, te rogaría que le dediques un poquito de tu tiempo, seguramente menos del que empleas en fumarte ese cigarrillo que lo mismo estas fumando ahora. No pierdes nada.

No pretendo ejemplarizar de nada a nadie, pero dejame que te cuente algo al respecto de ese cigarrillo.

Las frías cifras de los efectos del tabaco representan personas, seres humanos que sufren y padecen un calvario a lo largo de su enfermedad. Detrás de esas cifras, hay mucho dolor y mucho sufrimiento, mostrando una terrible epidemia extendida a todo el mundo.

El tabaco es el responsable de la mayoría de las cardiopatías coronarias, afecciones cerebrovasculares, anginas de pecho y aneurismas, así como de las mayoría de las enfermedades respiratorias.

Si hablamos de esa maldita lacra del siglo XX-XXI como es el cancer, la cosa causa escalofrios.

El cáncer de pulmón o de mama son dos de los más desarrollados cuando se fuma: más del 95% de los casos de cáncer de pulmón se dan entre personas fumadoras. También causa cáncer de esófago, vejiga o boca.

Se que esta imagenes son muy duras e impactantes, y por ello te pregunto, ¿a ti no te impone ver estas imagenes cada vez que compras un paquete de cigarrillos?

Cada año el tabaco causa 3.500.000 muertes en el mundo, 10.000 muertes diarias y que siguiendo la tendencia actual llegarán a 10.000.000 por año entre el 2020 y el 2030.

Unas 500.000.000 de personas que viven actualmente en el mundo morirán por causa del tabaco.

Solo en España, son más de 50.000 personas las que fallecen cada año como consecuencia de su influencia directa o indirecta.

Así se estima que para el año 2020 el tabaco será la mayor causa de muerte y discapacidad, y matará a más de diez millones de personas por año, causando más muertes que el SIDA, accidentes de tránsito, homicidios y suicidios, alcoholismo y drogas ilícitas todos combinados.

Un tercio de la población mundial de más de 15 años fuma, siendo la cantidad total de 1.100 millones de fumadores en el mundo. De estos, 800 millones pertenecen a los países en desarrollo y en el año 2025 los fumadores llegarán a 1.600 millones.

Desde 1950 hasta el 2000 el tabaco provocó la muerte de 60.000.000 de personas sólo en los países desarrollados, muchas más de las que se produjeron en la Segunda Guerra Mundial.

Pero hay más.

Los no fumadores que conviven con fumadores tienen un riesgo 35 veces mayor de contraer cáncer de pulmón que aquellos que no conviven con fumadores. El 42 % de los niños con enfermedades respiratorias crónicas es fumador pasivo.

En el mundo unos 100.000 niños y jóvenes por día se convierten en fumadores. Son los que la industria tabacalera denomina como sus "fumadores de reemplazo", porque van sustituyendo a los que desaparecen prematuramente.

Como veis, números y más numeros que desgraciadamente en el mayor de los casos dejan indiferentes a la mayoría de esos "suicidas del humo" una vez que han visto, leido o escuchado alguna noticia al respecto.

Quién os escribe junto a "mi santa", tuvimos la inmensa suerte y muchísima fuerza de voluntad para abandonar este hábito que vive del vicio asesino hace de ello más de 14 años.

Os puedo asegurar que junto a la decisión de ser padres, ambas han sido decisiones vitales en mi vida y de las cuales me siento enormemente orgulloso.

Mi padre no tuvo esa suerte. Él, como tantos millones de hombres y mujeres en el mundo, fue víctima de esta maldita lacra que a lo largo de los años fue sembrando en su cuerpo un reguero de asesinas víboras que acabaron devorándole.

Fueron muchos los intentos por abandonarlo, todos ellos valdios.

Es evidente que cuanto más tarde se proponga uno dejarlo, mucho más interiorizado está el hábito. A mi padre, a pesar de los continuos intentos en sus últimos años de su vida por dejarlo, nunca pudo conseguirlo.

Dicen que nunca es tarde si la dicha es buena, pero es evidente que cuanto antes se haga, mayor es el beneficio.

Se que no es fácil dejarlo. La decisión es fácil de tomar, lo complicado es llevarlo a cabo.

A todo ello, aunque despues de leer estas demoledoras cifras resulte grotesco y hasta grosero hablar de ello, hay que añadir el aspecto monetario. No hace mucho me enteré, ignorante de ello hace ya muchísimo tiempo, del precio de la cajetilla de tabaco y me quede horrorizado. Una media de 4 euros por paquete.

4 euros por 20 cigarrillos. Casi 700 de las antiguas pesetas. ¡Que barbaridad!

¿Tu has echado cuentas?. ¿Te imaginas la de cosas que podrías hacer con ese dinero que empleas en autodestruirte tu y de paso a los que tienes a tu lado?.

Ya te digo yo que el abandonar el tabaco solo te traerá cosas buenas, muy buenas.

Haztelo mirar...

PD:

Al igual que el post anterior sobre la barbarie, todo  esto también es educacional.

Y esa concienciación comienza en las casas.

Hay un asunto que lo digo sinceramente, se me escapa. No llego a entender como en la actualidad todavía haya gente que tras las medidas del gobierno hace uno años de prohibir fumar en sitios públicos monta en cólera y piensa que esas medidas son injustas e incluso alguno la ha tachado de inconstitucional, sobre todo, propietarios de bares, lugares de ocio y los propios fumadores.

Entiendo que cada uno mira por sus intereses, que se quiera defender sus hipotéticos derechos, pero que se quiera anteponer un derecho básico y prioritario por encima de cualquier otro como es el de la salud me parece de locos.

Yo, si queréis mi opinión, ansío el día en que esa prohibición se haga extensiva incluso a la calle.