Una temporada de mentira.

Con decir que el lema de la temporada 2010/11 era: "Diviertete con nosotros. Somos de todos"...

A pesar de todo, Europa.

Cuando a mediados de mayo pasado, Rodri metió aquel agónico gol en Almería que nos dio la posibilidad de poder jugar la previa de champions, todos pensamos que se habían acabado todos los problemas del mundo.

Los dirigentes, los primeros.

Todo fue mentira.

Ese gol de Rodri no hizo más que tapar las carencias de un equipo que comenzaría la temporada con un entrenador inexperto en la élite y que en los diez últimos partidos de esa misma temporada mostraría las mismas carencias que a posteriori mostraría el equipo.

Bajados de la nube de jugar liga de campeones por 2º año consecutivo, el objetivo paso a ser el volver a competir por la otrora copa de la UEFA y alcanzar de nuevo plaza para la máxima competición europea.

El discurrir de ambas competiciones devolvió a la realidad el nivel de este Sevilla.

Eliminados en octavos de la Europa League frente al futuro campeón, el Oporto de Villas Boas y fuera de cualquier opción de competir por volver a la liga de campeones desde hace varias semanas.

Todo mentira.

La copa del rey se convirtió en bote salvavidas para poder salvar la temporada con algún titulo.

No fue posible.

Undiano y Fermín el del banderín, pusieron mucho de su parte para que así fuera.

Se cayó dignamente en semifinales frente a la galaxia blanca.

Todo mentira.

Con todo ello, este Sevilla está en disposición de volver a competir por 8º año consecutivo en Europa.

¿Has leído bien?.

8º año consecutivo.

No te quepa la menor duda que eso no está al alcance de muchos equipos.

Todo lo contrario.

Y esta noche, en la penúltima jornada de liga, en tu casa, tu equipo, mi equipo se juega muchas, por no decir todas, de las posibilidades de conseguirlo.

Como os comentaba ayer, el cabreo con este equipo, con su entrenador es de campeonato.

Hacía ya unos años que este Sevilla no realizaba una temporada tan mediocre.

Ni siquiera en tiempos de Caparrós.

Pero a pesar de ello, la posibilidad de volver a Europa.

Y yo creo que merece la pena. Siempre y cuando desde los despachos se haya tomado buena nota de todo y cuanto ha acontecido este año, que espero que si.

Caso contrario, volveríamos a tropezar dos veces con la misma piedra.

Esta noche, la Real Sociedad de San Sebastian.

Equipo a priori, visto lo visto, para aguarnos la fiesta.

No obstante, esta noche no se puede, no se debe fallar más.

Para este partido, 19 los convocados:

Palop, Dragutinovic, Martin Caceres, Romaric, Perotti, Sergio Sanchez, Renato, Kanoute, Javi Varas, Escudé, Alfaro, Diego Capel, Negredo, Dabo, Acosta, Koné, Alexis, Medel y Luis Alberto.

Habrá que ver quien es finalmente el descartado.

Conociendo a D. Gregorio, no me atrevo a aventurar quien será el damnificado.

Vuelven sorpresivamente los lesionados Alexis y Cáceres, recuperados mucho antes de lo esperado y de nuevo entra en la convocatoria el "Valerón de Cádiz", Luis Alberto.

No comment.

Comentaba Manzano en la previa que "es una final y tenemos que ganar sí o sí, le debemos una a la afición".

Sr. Manzano, ¿solo una...?.

Partido que puede ser el último como sevillista en el Sánchez Pizjuán para el Dios de Nervión, Frederíc Kanouté.

Todo apunta a que así será.

Permitidme que aunque así sea, yo todavía no quiera creermelo.

Cuando llegue ese momento, empezaré a digerirlo.

No voy a volver a hablar sobre el recibimiento del equipo en este transcendental partido, quiero pensar que la afición sabrá muy bien lo que tiene que hacer.

Estoy seguro de ello.

Partido esta noche, para convertir una temporada de mentira, en el prólogo de lo que puede ser una ilusionante temporada 2011/12.

Que lo veamos.


Nota del post:

Imagino que se entiende el sentido del post.

No obstante, quisiera aclarar que en ningún momento hablo de que nadie mienta, no estoy enjuiciando a nadie, no soy nadie para ello.

Solo doy mi punto de vista a lo que ha sido esta temporada, con la perspectiva que da el tiempo y sabedor de lo que se pretendía en un principio y de lo que finalmente se ha conseguido.

Solo eso.