Nadie me lo contó. Lo he vivido yo.

Artículo escrito por "Marcu".

Hace un par de domingos, tuve la inmensa suerte de disfrutar in situ del buen partido que disputó y ganó nuestro Sevilla en Mestalla.
Fui solo.
Con mi bufanda al cuello, disfruté y sufrí de lo lindo entre aficionados del Valencia.

Quiero darles las gracias por el respeto y la consideración que tuvieron hacia mi persona y hacia mi equipo. Os aseguro que esto no es Madrid. Respeto total hacia el sevillano, hacia Sevilla, hacia Andalucía y por supuesto hacia nuestro Sevilla, al Cesar lo que es del Cesar.

Sólo me levanté en tres ocasiones de mi asiento: en el tiro al palo de Negredo, por supuesto en el gol de Rakitic y cuando nuevamente Negredo encara solo al portero local...pero no quiero hablar del partido que me imagino estará todo dicho. Quiero hacerlo del ambiente que allí viví. Un ambiente que me traía malos recuerdos.

Los jugadores y el entrenador fueron abucheados durante el primer tiempo, al retirarse a los vestuarios en el descanso y durante el segundo tiempo.
La presión que ejercía la afición sobre los jugadores era insufrible. Parecía imposible que aquellos futbolistas enlazaran tres pases seguidos.

Silencios seguidos de protestas masivas, runruneo continuo y silbidos constantes...
Eso y algo más era Mestalla.

Disfruté del ambiente porque beneficiaba a mi equipo pero no tuve más remedio que acordarme de nuestra afición en tiempos de Manolo Jiménez: aquellos silbidos inadmisibles, aquellos silencios ruidosos, aquellos gritos a Jiménez, y el equipo ganando, y el equipo 3º o 4º en la tabla.

No quiero eso para mi equipo. Con todo los respetos para ella, no quiero que mi afición se parezca a la de Mestalla..

Una afición crítica con su equipo desde que salen al campo. Desde que se pone el balón en juego. Unos aficionados enfrentados con otros, la afición dividida.

Aquello era un runrun constante entre protestas y silbidos que hacían un gran daño a los jugadores en particular y el equipo en general.

Jugadores constantemente abucheados como Bruno, Topal, Soldado, Mata, Jonás, Aduriz, y por supuesto el entrenador.

!!Lamentable!!
Por si a alguien se le había olvidado, el Valencia iba antes de ese partido, 3º en la tabla.
Que coincidencias...

Y yo disfrutaba, pero me acordaba de Manolo Jiménez.

Lo que veía, escuchaba y sentía en Mestalla, era lo que por el Sánchez-Pizjuán se le vino a llamar no hace mucho, "mestallización".
Ustedes llamenlo equis.

No hizo mal partido el Valencia. Incluso me atrevería a decir que pudo ganar. Afortunadamente para nuestros intereses no ocurrió así.

Y he aquí mi reflexión: SE PUEDE, SE DEBE Y SE TIENE que criticar a todo lo criticable, jugadores, al equipo, al entrenador, la Secretaría Técnica, al Presidente o al Consejo.

Pero, repito, no quiero mi estadio así.
¿Critica? Rotundamente sí, pero en tiempo, forma y nunca manipulados por terceras personas.

Esto que hoy cuento, les prometo que nadie me lo contó, eso, lo he vivido yo.


---------------------------------------------------------------------------"Marcu".