Los cinco a las cinco.

Domingo.

No se que día, no sé que mes, no sé que año, solo sé que era domingo.

El Sevilla juega en casa y se pone en marcha toda la parafernalia para asistir como cada dos domingos, "al mayor espectáculo del mundo".

Lugar: "Estadio Ramón Sánchez Pizjuan"

"Vamos niños, que se os va a juntar el desayuno con el almuerzo". Primer ritual.

Mi madre nunca fue al fútbol, nunca le gusto el fútbol, pero sabía perfectamente cuando jugaba el Sevilla en casa.

A levantarse y a por los churros antes que sea más tarde, que hoy hay que comer temprano...

La voz de mi padre desde la puerta: "¡Vamos Juani, que ya es tarde!."

Si, aunque suene raro, al menos a la familia de mi mujer que es de Madrid le suena raro, a mi siempre me llamaron JUANI...

De vuelta de "La Venta Ruiz" con el paquetón grasiento de churros y como no, su inseparable "El correo de Andalucía".

Mi padre nunca leyó otro periódico. Fue de ideales fijos. De ideas fijas.

.-"Papa, ¿juega hoy Montero?.
.-"Anda, terminaros el Cola -Cao que vamos a dar un paseo con tu hermano".

Se refería a mi hermano Ángel, con parálisis cerebral desde nacimiento, pero con unas ganas de vivir inmensas desde que nació.

La sillita de Ángel, el Correo, los niños, "eah, pues vámonos".

.-"Pepe, no tardes que después os coge el toro". Mi madre, siempre pendiente de todo.

.-Entonces Papá, ¿juega Montero?.
.-Me parece que no, está lesionado.

No me preguntéis que se me pasaba por la cabeza porque no me quiero acordar. Para mi un partido sin Montero...

Pasado el mediodía, ya tengo las mariposas en el estomago.

.-"Papá, vámonos ya".
.-"Espératé chiquillo, que es temprano..."

Contaba los minutos. Mi Sevilla jugaba en casa.

De vuelta, la mesa puesta.

Como casi todos los domingos, cocido. ¡Que rico el cocido que hacía mi madre!.

A recoger los platos. Mientras mi madre recoge la cocina, toca culminar el ritual.

.-Papá, los carné.
.-Ya están guardados.

Bufandas, banderas.

.-Mamá, la merienda.
.-Ya está guardada. Venga chiquillo, que al final os coge el toro...

Escaleras abajo y para el "4 latas"...Por aquel entonces, mi padre se compró un Renault 4.

.-Tened cuidaito, ¡ y que gane el Sevilla !.

Yo no se si mi madre lo decía por deseo propio o por no vernos las caras después si no se ganaba...

Mi padre, los cuatro hermanos y algún vecino que siempre se acoplaba. El "4L" empetao y para Nervión.

Explanada de albero de gol sur. Aparcamos donde siempre. Puerta 8, Gol Sur, la de siempre.

Antes, las pipas, los pictolines, los caramelos solanos...

Ya quedaba menos. Las cinco menos veinte...¡Que nervios...!

Una vez dentro, mi padre coge a mi hermano en brazos, escaleras arriba y para voladizo.

.-Papa ¿te ayudamos?.

Mi hermano mayor y yo tratábamos de echar una mano a la hora de subir a Ángel.

.-Ya estamos aquí...(espetaba mi padre, cuando todavía quedaba más de la mitad del trayecto...)

Hasta que sus fuerzas pudieron, hasta que nosotros pudimos, Ángel siempre subió a su voladizo de gol sur en brazos de su padre.

Los Biris cantando, los cinco ya sentados en nuestros asientos.

Objetivo cumplido.

Las cinco de la tarde.

Lo cinco en el Ramón Sánchez Pizjuan.


Los cinco a las cinco.

Otro domingo más, no se que mes, no se que año, mi padre junto a sus cuatro hijos, estábamos dispuestos a contemplar una vez más, "el mayor espectáculo del mundo".
SEVILLA FC.





PD: Os prometo que me ha costado un mundo contaros esto que hoy leéis.
Esto pasaba en mi casa.
Imagino que a los de mi quinta, la historia seguro que variará poco.
Muchos recuerdos, muchos sentimientos, mucho SEVILLISMO.

Desde donde estés, ¡Gracias mi viejo!.