Imagen El Desmarque. |
A falta de pocas horas para ese partido del año para algunos, un partido más para otros..., y para liberar algo de tensión de cara a este apasionante (al menos esto creo que si lo es, creo...) encuentro, les relato a continuación un historia real como la vida misma. La historia de un derbi.
La temporada pasada invité a mi amigo Jesús a ver en el Sánchez-Pizjuán el Sevilla-Betis para que fuera testigo directo del ambiente que rodea a un partido de estas características.
A Jesús no le gusta el fútbol nada de nada. Y al que no le gusta el fútbol, le ocurre como al que no le gusta las aceitunas, que no las quiere ver ni en la mesa.
Jesús es irónico elevado al cuadro y se cachondea de todo lo que encuentra a su paso, empezando por él mismo y todo lo que le rodea. Hace unos días le dije si me quería acompañar el domingo a rememorar el Sevilla-Betis del la temporada pasada, mientras las parientas se tomaban unas cervecitas y se iban al Nervión-Plaza al cine.
Y como respuesta negativa me mandó este e-mail:
Dicen algunos aficionados al fútbol que viendo ciertos partidos se disfruta mucho más que con el sexo. Yo no lo creo, aunque algunos puede que así lo crean. En este mundo hay gente pa to. Porque tú escuchas ciertos partidos y el...¡¡ métela, métela !! ¡¡ sácala de ahí ¡¡ ¡¡ ahora ¡¡ ¡¡ empùjala pa dentro ¡¡ ¡¡ así, así ¡¡ ¡¡ sigue, sigue ¡¡.......así que pensé si esto es parecido al sexo, me voy a acercar al Sánchez-Pizjuán a ver un Sevilla- Betis aprovechando la invitación que me hace mi amigo Juan, que por cierto, en este lío futbolero le dicen Marcu, que es como firma sus escritos y sus cheques, cuando los hay.
Así que me hice futbolero por unos días. Pero es bastante difícil eso de ser aficionado al fútbol, porque antes, tienes que comprar el Marca, el As y el Estadio Deportivo para leer y "educarte" en eso del balompié. Tienes que aprender que Osasuna es una ciudad o que Real Sociedad es otra, así como que un "interior izquierda" o un "exterior derecha" no son pisos de aquella manzana que se venden por culpa de la hipoteca y del banco; o bien que un "extremo derecha" no es un facha; sino que son jugadores de fútbol.
Visto lo visto y una vez que creía estar preparado para ver este partido llamé a mi amigo y le digo: Juan, aunque finja los goles, quiero sentir todo lo que tú sientes. Lo sentirás, me dijo mi amigo. Vas a flipar con este partido y a partir de ahora te quedarás sentado cada vez que en reunión comience un partido de fútbol.
Y fuí a ver el Sevilla-Betis de la temporada pasada.
Una y no más, Santo Tomás. El próximo domingo aunque me invites no voy.
¡¡ Cuántas incongruencias !! Lo primero que me llamó la atención es que si eres aficionado al fútbol puedes aparcar donde y cómo te salga de los cojones. Gente aparcando en doble fila, en bocas de riego, en la puerta de San Juan de Dios. Juan ¿y si viene la grúa? ¡¡ Eres tonto!!, ¡¡el de la grua está también en el fútbol!!
Otra de las cosas que hice fue vestirme de "mamaracho". Mi amigo me dio una bufanda del Sevilla, con la calor que hacía y además me puse una camiseta roja nueva pero que a él le quedaba estrecha y a mí corta. Me sentía ridículo. Yo pensaba que todo el mundo me miraría, pero qué va; nadie me echó cuenta; si casi todos iban así. Vi muchas mujeres con las caras pintadas en rojo y blanco. Parecían indias que iban a la guerra. También vi a un tío que llevaba un gorro con dos cuernos en la cabeza. Iba feliz. Y no se sentía payaso. Y nadie le miraba que es lo peor.
Ahora vamos a ver la llegada del Sevilla y vas a alucinar, me dijo mi amigo Juan, y aluciné ¡¡qué montón de gente viendo salir de un autobús a 15 o 20 tíos casi todos con auriculares puestos y sin mirar a nadie!! ¡¡Y qué calor me daba la bufanda!! Ya me podría haber dado un abanico. ¡¡ Qué griterío ¡¡ ¡¡ Tíos que ganan un montón de millones y van en autobús !!
Y luego entramos en el Estadio. Juan quería que entráramos 10 minutos antes para que me impresionara más el Sánchez-Pizjuán lleno a rebosar. Y a fe que me impresionó. Era la primera vez que veía un estadio en directo y además tan lleno de gente. Era como un monumental Karaoke. Los cánticos, el ruido, la música, el himno cantado por todos. Hasta yo canté un poquito, porque eso es verdad, ¿quién no se sabe el himno del Sevilla? y las palmas, y las bocinas...
Los Biris cantaron una canción que yo me sabía: "Sale el sol por la mañana, por la mañana sale el sol..."
Y pronto llegó un gol.....¡¡ mamma mía la que se lío ¡¡ El estadio se había vuelto loco, gritos, abrazo...hasta Juan me dio un abrazo y un beso en la frente. Y hasta a mí me resultó un tío desconocido. A su edad y cómo vive el fútbol.
Luego marcaron dos goles más, pero ésto ya fue distinto. Apenas si hubo ruido. Sólo en una parte del campo se escuchó algo de alegría pero nada más.
Por lo visto, había perdido el Sevilla. Yo estaba entretenido con un niño de unos 3 años que tenía junto a mí y no me dí cuenta de nada.
Juan salió enfadadísimo y me culpó a mí de todo. Me dijo que yo le había traído "el cenizo" así que el domingo aunque me invite, le diré rotundamente que no.
Lo malo es que gane el Sevilla y entonces ratificará lo que pensó de mí.
Juan, cabrón, un abrazo y de verdad, que tengas suerte el domingo.
Ojala se ratifique el cenizo de tu amigo Jesus...
ResponderEliminarHoy se perdera la victoria de esos que van de cortos y con el uniforme blanco y rojo y la inmensa alegria que se desbodara en Nervion.
Un fuerte abrazo amigo.
Sí Marcu, a tu amigo no le gusta el fútbol. Y por lo que extraigo, tampoco la feria... jajajaja. Que arte de tío.
ResponderEliminarProfesor hoy me vas a permitir una frase lapidaria de don Joaquín.
ResponderEliminarEste post es de M A M A Z O.
Un abrazo para ti y otro para el cenizo de tu amigo Jesús,porque hoy ganamos si o si.