Lamentablemente, se volvió a repetir la misma historia fuera de casa.
No quisiera pasar por alto lo que parece haber sido una nueva afrenta a la memoria de nuestro querido Antonio Puerta. De nuevo los bárbaros han campado a sus anchas sin que nada ni nadie hayan hecho nada por impedirlo.
Ni lo haran...
Vomitivo y repugnante.
Del partido, podemos poner todos los condicionantes que queramos y seguramente todos hayan influido en la deshonrosa derrota frente al Atletico de Simeone: el árbitro, el penalty, la expulsión de Fazio...
Sin duda, quedarte con diez con 70 minutos por delante condiciona cualquier planteamiento inicial que se tuviera en mente, que es cierto que hasta ese minuto 19 donde el árbitro de turno expulsó al central argentino (la eterna pregunta de que hubiese pasado si la jugada hubiera sido en el área colchonera...) el partido estaba siendo muy igualado y que ninguno de los dos estaba mostrando una manifiesta superioridad, pero de la misma forma, a mi al menos me lo parece, una vez más, este Sevilla, el mismo que encandiló a todo el mundo hace tan solo una semana volvió a dar a partir de ese minuto 19, una pésima imagen falto de tensión, de intensidad, de concentración, de acierto (no se cuantos balones se han perdido a lo largo del encuentro).
Quedarte con 10 no implica necesariamente que el rival te pase por encima, que no seas capaz siquiera de mantener un mínimo orden defensivo, por muy competitivo que sea, y cierto es que este At de Madrid lo es.
Y si no lo digo reviento; evidentemente no es el día para personalizar en ningún futbolista, o si..., allá cada cual, que del partido del Vicente Calderón no se libra ni el apuntaor, pero no me quiero quedar con las ganas de decir que hasta cuando Spahic seguirá teniendo una camiseta de titular con el Sevilla FC. Y ya está. Abundar en este asunto sería desvirtuar lo verdaderamente importante de este calamitoso partido.
Algo tendrá que hacer Michel para que este equipo cambie radicalmente su puesta en escena fuera de Nervión. Me reitero en que esta plantilla tiene condiciones para luchar por los objetivos, pero indudablemente, la cosa va a estar más que complicada si fuera de casa no se da el nivel necesario para conseguir las victorias.
Se que suena a tópico, pero esta es la manida muletilla de Dr. Jekyll y Mister Hide. Capaz de plantar cara, competir y arrollar en casa y mostrarse como unas verdaderas hermanitas de la caridad fuera de Nervión. Y ahora que me vuelvan a decir que lo han hablado en el vestuario, que ya saben lo que tienen que hacer, que estan deseando que llegue el próximo partido..
Hablaba en la previa que esperaba que los profesionales del Sevilla hubiesen echado en su equipaje ese elemento indispensable, esa varita casi mágica que te lleva en volandas a ganar los partidos. Parece que una vez más, se olvidaron de ella.
El alma que viene y va...
Entro para saludarte y darte ánimos y me voy. No sé qué decir. Me siento exactamente igual que como lo cuentas en el post, incluido lo de Spahic. Yo también me pregunto si jugadores como Cala, Luna o alguno del filiar bajarían los brazos.
ResponderEliminarEn fin, que mucho ánimo.
Un fuerte abrazo.
Es vergonzoso ver al Sevilla fuera de casa. Que equipo mas ramplon y con mas poca sangre. Asi, por muchas manitas al betis y por mucho que salga a comerse a los grandes en casa, no llegamos ni a la puerta de la esquina.
ResponderEliminarUn abrazo de tu amigo Gonzalo.
Habrá que seguir esperando a que este equipo coja de una vez su identidad,mientras nosotros a sufrir las consecuencias un domingo si y otro no,ya huele peste hermano,al final esta gente aburrirán a la parroquia y esto va a ser cualquier dia el rosario de la aurora,en fin confio en el sevillismo que es hasta la muerte,aunque aqui eso del manquepierda como que no,un abrazo hermano.
ResponderEliminarPero es que el manquepierda no pierde y encima esta por arriba de nosotros y en la copa sigue. Y para el colmo suben del filiar y se salen los tíos.Tremendo eso es lo que mas coraje me da que suben del filiar y zas dos goles, y nosotros con la cantera que tenemos y... pa que hablar.
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