Acabo de llegar de las Altas Extremaduras, tierra de nobles y conquistadores.
Entro en Almas Sevillistas, como siempre y leo ciertos comentarios que como mínimo me parecen
injustos por no decir otra cosa. Es tu casa, amigo, es tu casa... y la mía.
Cerca
de Tokio, vivía un gran samurai, muy sabio y maestro del budismo, con
gran fama de ser honrado, honesto, sincero e invencible en las peleas.
Cierto día un gran guerrero de no muy buena fama le retó a un duelo.
Éste, tampoco había perdido ninguna batalla aunque casi siempre las
ganaba con malas artes. Todos le conocía por altanero, ruin, prepotente,
fanfarrón y además se creía en posesión de todas las verdades
absolutas. Igualmente era famoso por su falta de escrúpulos, tosquedad,
egolatría y por usar en sus luchas la técnica de la
PROVOCACIÓN.....esperaba que su enemigo cometiera el más mínimo error
para atacarle implacablemente hasta ver a su víctima humillada y
pidiéndole perdón.
El Sabio Samurai aceptó el reto que le proponía el provocador.
Todos
fueron a la Plaza a contemplar el duelo entre el Sabio Samurai y el
samurai sin escrúpulos y allí comenzó el altanero a provocar al sabio:
le arrojó piedras, le escupió a la cara, dijo mentiras de él y le gritó
con todos los insultos habidos y por haber, ofendiendo incluso a los
amigos del Sabio Samurai (yo incluido).
Durante varias horas hizo todo lo posible para sacarlo de sus casillas pero el Sabio Samurai permaneció impasible.
Al
final de la tarde, el prepotente guerrero, ya exhausto de no poder
provocarlo, se retiró de la Plaza arrastrándose de cansancio, humillado y
con una gran impotencia. ¡¡ Debía sentirse el más miserable del mundo
!!
Había desperdiciado toda su energía vital en un inútil intento de humillar al Gran Sabio Samurai.
Sus
amigos le preguntaron al Sabio ¿Cómo has podido soportar tanta
indignación? ¿Por qué no usó su espada para defenderse de los ataques?
El
Sabio Samurai repuso: Si alguien viene a ti con un regalo y no lo
aceptas ¿de quién es el regalo? Por supuesto de quien intentó
regalarlo, repusieron sus amigos.
Pues con los insultos, con las
provocaciones, ocurre lo mismo. Esos malos sentimientos continúan
siendo del que los lanza y hace esos comentarios injustos porque toda
esa energía vital empleada con la intención de ofender, siempre queda en
el agresor, actuando en él de la misma forma que lo hace el veneno que
se toma la persona que quiere poner fin a su vida.
Adaptación de un cuento de la Literarura china
Qué bonita historía, viejo!
ResponderEliminarComo ya te he dicho antes, un fuerte abrazo, Juan Angel.
ResponderEliminarMagnífico post del sabio Marcu.
Enhorabuena una vez mas.
y van..
plas plas plas plas.
ResponderEliminarGenial.
Jorge Buzón
Profesor si no le doy un fuerte aplauso por este regalo,creo que hoy no me quedo tranquilo,aceptelo con el respectivo descubrimiento que hago de mi sombrero y hagaselo extensivo llegar a ese samurai sevillista que rula por aqui con tanta sabiduria.
ResponderEliminarPLAS,PLAS,PLAS,PLAS,PLAS,PLAS,PLAS,PLAS.....
Amigo, gracias.
ResponderEliminarTodo en esta vida tiene un precio, pero muy pocas tienen valor.
Sin duda, tu gesto son de esos que no habria dinero en el mundo para pagar.
Con todo, dejame decirte que Almas Sevillistas nacio con esa vocacion y con esa unica intencion: respetar y compartir.
Y asi seguirá.
Un fuerte abrazo amigo.
Magnífico, una vez más. A veces me pregunto de donde sacas todas esas historias con su moraleja. Y no puedo si no darte las gracias por compartirlas con los demás.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Fantástico, es un auténtico placer leerte.
ResponderEliminarUn beso