Mentes cortas y cucharas largas.

Imagen Sevillismo.com

Hubo una ocasión tiempo ha, que un sabio quiso saber cómo era el Cielo y cómo el Infierno. Fue en busca de un profeta y le contó su inquietud.

.-Yo te enseñaré ambas cosas, le respondió el profeta.

Tomándole de la mano, lo llevó a una habitación donde había una gran olla central, llena de comida deliciosa y alrededor de la cual se encontraba un círculo de personas, pero todas ellas tristes, muy tristes; delgadas, muy delgadas y de muy mal aspecto. Cuando se fijó, comprobó que todas tenían en las manos cucharas demasiado largas y no podían dirigirlas a la boca para poder alimentarse. Miraban la comida y a su vez protestaban con la mirada porque no podían disfrutar de aquellos suculentos alimentos. Y tenían mucha necesidad de comer.

.-Esto es el Infierno, dijo de nuevo el profeta.

Después, entraron en otra habitación. Todo parecía ser igual y sin embargo era completamente distinto. Todas las personas parecían sanas, felices y bien alimentadas. El sabio, extrañado, se fijó mejor y comprobó que con las largas cucharas se daban de comer unos a otros. Estaban unidos y eran solidarios.

Luchaban todos  en pos de un mismo objetivo: comer y buscar la felicidad. La unidad los llevaría al triunfo final.

El profeta no dijo dónde se hallaba y el sabio como era sabio tampoco preguntó.

El sábado estuve en el Sánchez-Pizjuán para ver a mi Sevilla contra el Getafe en el partido inaugural de la presente temporada. Ganamos. Fue lo mejor que ocurrió aunque ver a Rakitic, Navas y Cicinho también fue muy reconfortante.

Lo demás, todo para olvidar. Una afición dividida, insultadora, irrespetuosa, violenta...

Tengo mi abono en Grada Alta de Preferencia. Donde lo tuve siempre. Y no soy "un comepipas" como despectivamente nos llaman ahora, así como yo tampoco llamo "chupayerbas" a los del Gol Norte porque no sé si lo hacen o no y tampoco me importa. Bueno, sí me importa. De uno sí que me importa porque es mi hijo.

El sabio sabe que ésto, mientras alguien no utilice el cerebro convenientemente, es el Infierno. 

Nuestro equipo se paseará por esos campos de Dios sin pena ni gloria y aquí en el Sánchez-Pizjuán continuaremos así, como contra el Getafe y contra el Depor.

Comida, cucharas largas y falta de solidaridad.

Es el Infierno, es un pozo sin fondo, como lo es la Segunda División, aunque tal vez algunos prefieran ésto.

¡¡ Son maneras de amar !!