Convénceme.

Tras una semana pelín complicada a nivel personal, donde quizás, estoy seguro, no he podido, no he sabido hacerme entender como era mi propósito y es por ello por lo que humildemente pido perdón a quienes con mis palabras haya podido ofender, dejando de antemano meridianamente claro que en ningún momento fue esa la intención, como digo, después de todo ello, creo que es hora de hablar de fútbol, hablar de nuestro Sevilla FC.

En un fin de semana atípico en tanto en cuanto de nuevo, y no será la última vez, los de Michel volverán a jugar en lunes, y no un lunes cualquiera..., y donde los resultados de nuestros competidores por nuestros objetivos, que a estas alturas del campeonato no son pocos nos han allanado sobremanera el camino para al menos dignificar la temporada.

Sobre el tema de los horarios, a mi no me cabe ninguna duda que se está pagando el peaje de haber plantado cara al indecente reparto de los derechos televisivos y precisamente en un momento donde el principal valedor de esa cruenta batalla está obligado por razones obvias a resguardarse en un 2º plano.

Ya me dirán si no, no solo lo de tener que jugar el anterior partido en la vecina Granada y este lunes Santo en Sevilla frente al RCD Mallorca, sino lo que se avecina en las próximas jornadas.

Sevilla FC-Mallorca lunes 2 de abril a las 21:00 h
Athtletic de Bilbao-Sevilla FC domingo a las 18:00 h
Sevilla FC-Zaragoza jueves 12 de abril a las 22:00 h
Getafe-Sevilla FC lunes 16 de abril a las 21:00h

Vuelvo a reiterarme que esto tiene muy difícil solución y que de no mediar los organismos pertinentes en Europa, solo nosotros, los aficionados de todos los clubs de España podemos hacer que la nefasta repercusión  que los horarios impuestos por uno de los mayores usureros que se han introducido en el fútbol español, léase el ínclito Roures se vean al menos disminuidos a la mínima expresión posible.

Toda revolución comienza y acaba en el pueblo. Estoy convencido que esta no lo debe ser menos.

Indignidades al margen, como os decía, la jornada se presenta propicia para colocarse en el momento oportuno (aquello de las papas...) en el sitio deseado.

Los rivales han hecho su trabajo, ahora les toca a los nuestros.

Y aunque sea un tópico, de seguro que no será nada fácil. Enfrente, un Mallorca made in Caparrós con todo lo que ello significa. Mucho se ha hablado de la visita del de Utrera a la que siempre será su casa, incluso el propio Michel se ha referido a ello, pero la verdad es que yo no veo el morbo que algunos periodistas de esta ciudad han querido poner en el escenario por ningún lado. Por mucho que sea el respeto, el cariño y la consideración que se le tenga a uno de los padres del Sevilla del siglo XXI, estoy completemente seguro que no habrá un solo sevillista sobre la faz de la tierra que no quiera que mañana gane el Sevilla de MICHEL, por cierto, como siempre que cada vez Caparrós ha visitado Nervión bien con el Depor, el Ath de Bilbao y a buen seguro que ocurrirá con el Mallorca.

No se entendería de otra manera.

De imponerse la lógica (con este Sevilla es mucho decir), mañana los de Michel dormirían a un solo punto de la Europa League y a cinco de liga de campeones, plaza que marca actualmente el Málaga. Es más, el empate a uno en el partido que acaba de terminar a esta hora del domingo entre el Valencia y el Levante dejarían  la 3ª plaza a tan solo 6 puntos. A propósito, el gol del empate del Levante conseguido por un tal "paquete" Koné, el 13º en lo que llevamos de temporada.

Pero solo, y es lo que más miedo me da, si se impone la lógica. En cualquier caso, bueno sería no vender la piel del oso antes de cazarlo...

Tras estar toda la temporada zizageando entre la sima y la cima, más en la primera, hete aquí que se presenta este Sevilla en el tramo final del campeonato, ya no clasificatoriamente pero si a nivel moral, de confianza y de sensaciones seguramente mejor colocado que nunca desde que allá por el mes de agosto los alemanes del Hannover 96 nos apeara de la previa de la Europa League.

Las últimas contundentes victorias a domicilio frente a Granada y Racing de Santander han elevado las expectativas de un equipo que hasta no hace demasiadas semanas incluso miraba con asombro y complejo el suelo de la clasificación.

Con todas las cautelas del mundo, en apenas un mes hemos pasado de la desilusión, del catatrofismo a volver a sonreir, a soñar que es posible.

Un tercer triunfo consecutivo, cosa que no ha ocurrido en toda la temporada, cimentaría sin duda el horizonte que queda por delante para que este irregular y decepcionante Sevilla llegue a la última jornada de liga con opciones de volver a jugar en Europa el curso que viene, quién sabe si no, en liga de campeones. 24 puntos pueden dar para mucho de la misma manera que para muy poco. El hecho de que a estas alturas de la película se siga dependiendo de los rivales de turno, relativiza toda expectativa que se pudiera tener a día de hoy.

Para mañana, 18 los convocados por Michel para tratar de maximizar las victorias conseguidas en Santander y Granada:

Palop, Javi Varas, Coke, Cala, Fazio, Escudé, Luna, Deivid, Medel, Rakitic, Trochowski, Reyes, Jesús Navas, Kanouté, Babá, Negredo, Manu del Moral y Tom de Mul.

Finalmente no han llegado a tiempo ni el defensa bosnio Emir Spahic ni Diego Perotti ambos recuperándose de sus respectivas dolencias (me preocupa sobremanera lo del argentino) y se queda fuera por sanción el lateral zurdo Fernando Navarro. Por contra, vuelve a una convocatoria del 1º equipo el capitán del filial, el canario Deivid.

Que mañana solo hablemos de un nuevo triunfo del Sevilla. Que dejemos al margen la salvajada de tener que jugar en Sevilla un lunes santo por más que la climatología no esté acompañando en la Semana grande en nuestra ciudad, que mañana solo veamos al bueno de Caparrós como lo que será, nuestro más temido rival, que el árbitro de turno, la alegría de la huerta, Pérez Lasa no vuelva a convertirse en protagonista (lo veo complicado).

Que mañana volvamos a creer en este equipo. Que aquella victoria ante Osasuna con Michel recién aterrizado en Nervión en uno de los momentos más delicados del equipo en los últimos años comience a adquirir su verdadera dimensión.

Convénceme, Sevilla.