Aún habiendo sido ante un rival carne de 2ª a falta de 10 jornadas, los tres puntos conseguidos por el Sevilla esta tarde-noche en Santander sin duda que servirá como mínimo para seguir respirando. Con lo que ha llovido, está lloviendo, no es poco.
Un gol de Navas que está a un altisimo nivel y dos de Manu Del Moral han certificado una clara victoria que se antoja incluso corta dado el claro dominio de los de Michel durante todo el partido.
Oxigeno para revitalizar la moral y la confianza de un equipo que de haber vuelto a tropezar en el Sardinero le hubiese metido de lleno en el abismo.
Oxigeno para seguir aspirando, no tengo muy claro a que, pero dado lo apretado de la clasificación, seguro que todavía se está a tiempo de aspirar a algo.
Sin duda que el partido del Sardinero ha sido de largo el encuentro más solvente de este irregular Sevilla en lo que va de campeonato en gran parte, y sin querer restar méritos a esa solvencia, a la entidad de un equipo que de no remediarlo un verdadero milagro jugará la próxima temporada en 2º división.
Con todo, me preocupa no saber si Michel tiene muy claro como quiere que juegue su Sevilla.
Tengo la impresión que la circunstancias, la irregularidad de este equipo están desembocando en una situación muy parecida a la que llevó a Marcelino a tener que mover no solo las fichas, sino la colocación de las mismas. Las dudas ante el desconcierto de ver como iban pasando las jornadas y no se ganaba ni atado, de ver como aquella maldita tecla se resistía hasta el hastío acabaron por desquiciar al ya ex técnico sevillista. Esperemos que Michel encuentre de una vez esa tecla que haga encadenar a este Sevilla varias victorias consecutivas que le catapulten de una santa vez al menos a competir por algo digno esta temporada. En cualquier caso, tengo muy claro que después de lo que estamos viviendo esta temporada, lo único que importa ya a estas alturas es ganar, sea como sea, y con quienes sean.
Nueva oportunidad para recuperar la confianza, para engancharse a tener la posibilidad de seguir compitiendo hasta el final de temporada y no deambular por la misma, para recuperar a Reyes y Rakitic, y Perotti, y Negredo, etc, etc...para recuperar algo del fútbol que sin duda esta plantilla tiene y que por unas causas u otras, le cuesta Dios y ayuda enseñarnos.
El lunes que viene, nueva oportunidad para demostrarnos que lo hecho esta noche en Santander va más allá que los tres puntos conseguidos ante un equipo que apenas ha puesto resistencia y que de verdad se está en la senda buena. La de las victorias.
Llegó la primera.
Que Granada sea escenario de la segunda para volver a creer en este equipo.
De momento, tal como está el patio, algo de oxigeno...
Te lo dije Juani, esta noche ganabamos.
ResponderEliminarA ver si el equipo es capaz de dar el nivel tambien en Granada aunque seguro que alli la cosa no estara tan facil ni daran tantas facilidades.
Por lo menos esta semana estara el ambiente mas tranquilo que falta nos hace.
Un abrazo de tu amigo Gonzalo.
Menos mal, cuando casi nadie creía, cuando todo estaba perdido...ea po toma.
ResponderEliminarEspero que no falle y esto sea el golpe de Moral, nunca mejor dicho, que necesita el equipo de cara al final y no sólo por un partido.
Un fuerte abrazo, amigo, y a seguir...
Comparto contigo el "despiste de Michel", para mi realmente no acaba de enterarse de que va esto, aunque entiendo que es demasiado complicado para cualquiera este Sevilla, estos jugadores que hoy dan todo y mañana lo contrario.
ResponderEliminarSuper importante los tres puntos, los tres goles y no sufrir nada durante el partido, que ya iba siendo hora.
Ahora a por el Granada.
Saludos.
Con el descenso a 12 puntos, al menos ya no hay que mirar hacia abajo. Pero lo de hacerlo hacia arriba tampoco es demasiado factible. Se dice que Europa está a 4 puntos, pero se habla menos de la cantidad de equipos que hay que superar.
ResponderEliminarEs cierto que Michel tampoco acaba de dar con esa tecla, pero también hay que entender que cogió a un equipo en caída libre y que las cosas no se arreglan de un día para otro. Lo primero que ha hecho ha sido frenar esa caída, lo cual no está mal. Pero de ahí a volver a ilusionarse va otro importante paso.
Lo de anoche era la obligación del equipo, nada extraordinario. Una victoria en Granada, acompañado, eso sí, de algo de suerte con los resultados de los rivales (empates en los enfrentamientos directos, por ejemplo) podría dar un poco más de luz al asunto. Pero la verdad es que ahora mismo no veo nada claro y prefiero quedarme con la idea de que, al menos, la temporada se va quedando en solo mala, pero no en un desastre como podría haber sido meterse en la pelea por no bajar a Segunda.
Un abrazo.