Presidente Del Nido, me gustaría...

Después de un día como el de ayer, intenso en emociones y atropellados por las mismas, hoy quisiera hacer un humilde ruego a mi presidente, D. José María Del Nido.

Un ruego sin demagogia ni populismo barato, no está el horno para bollos.

Sabedores todos del nuevo desagravio que los comités, en este caso el de Antiviolencia vuelve a cometer contra el Sevilla FC, donde su ceguera y su sordera es insultantemente patente y su sentido común parece haber desaparecido ya por completo, si es que alguna vez lo tuvo, como digo, ante la indolencia de este comité, yo, presidente, como sevillista de a píe, le rogaría que de una vez por todas pusiera todo su empeño para que esto no quede aquí.

Se de primera mano que todo lo relacionado con Antonio es especialmente cercano para usted.

Que es receptivo siempre a todo lo que a su alrededor acontece y que estoy seguro que está sufriendo como el primero con toda esta situación.

Pero dejeme decirle presidente, que todo esto no es nuevo, que llueve sobre mojado, que ocurre en la casa del Sr. Cerezo y también en la nuestra, que desde que nuestro querido y añorado Antonio se nos fue, no han dejado de sucederse estos actos vandálicos y repugnantes y que desde entonces, poco o nada ha cambiado.

Déjeme decirle presidente, que si a usted le vale las disculpas del Sr. Cerezo, a mi y creo que a muchos sevillistas, no nos valen.

"Un grupúsculo no representa a la afición del Atletico. Esos aficionados no se representan ni a si mismos. Me vale la disculpa de su presidente porque sé que es sentida".

El que lo cantara una minoría presidente, no disculpa a todo un estadio que escuchaba impasible y del cual no hubo el más mínimo atisbo de silenciar tal repugnancia.

Esta barbarie no se erradica con disculpas, máxime unos hechos que son reiterativos y que han salido a la luz gracias a la presión que desde distintos sectores se ha hecho para que así sea.

Para ello, solo cabe luchar con todas las armas legales posibles y con hechos, no disculpas ni palabras, porque de no ser así, siempre habrá una nueva ocasión para dar rienda suelta a estos energúmenos.

Desde todos los pilares que componemos el SEVILLISMO, debemos todos poner nuestro granito de arena para que así sea, para que de una santa vez se deje de mancillar la memoria de Antonio Puerta.

Y cuando digo desde todos, me refiero absolutamente TODOS.

Que ninguno de píe ni la oportunidad para que estos desalmados vuelvan a ser repugnantes protagonistas de una noticia tan triste como esta.

Y entre todos esos pilares que sostenemos a esta más que centenaria familia sevillista, 106 años ya, usted presidente debe encabezar dicha lucha. De la misma forma que se está defendiendo los intereses económicos del fútbol en general y del Sevilla en particular con tanto tesón y tanto ahinco y a lo que el sevillismo apoya de manera unánime, de igual manera debemos defender la memoria de uno de los nuestros, la memoria de Antonio.

Antonio se fue, pero aquí dejo un sinfin de almas rotas y algunos corazones en los huesos.

Sus padres, sus hermanos, su compañera y por encima de todos, un rubio precioso de nombre Aitor. 

Tenemos que hacer entre todos que el día de mañana, Aitor Puerta se sienta orgulloso de lo grande que fue su padre y que sepa que desde el sevillismo se hizo todo lo posible y lo imposible para salvaguardar su honor y su memoria.

Todo esto presidente, me gustaría...