jueves, 20 de octubre de 2011

No se ve bien sino con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos.

En el día de ayer me llegó un correo de mi amigo Alfonso, cosa habitual. Pero este correo no era un correo normal.

Mi amigo Alfonso me ha pedido el favor de poder publicar esta carta con un destinatario muy especial. Tragando saliva, no me he podido negar a ello.

Juzgarlo vosotros mismos. Bastante he tenido yo con arreglarlo y editarlo para su publicación.

Estas miserias son las que te hacen replantearte muchas cosas en esta puñetera vida.

Desde aquí solo me queda darle todo el calor y apoyo a Diego y Sonia y que el tiempo sea su mejor aliado para tratar de cicatrizar unas heridas que de por si nunca dejaran de doler. A mi amigo Alfonso, mandarle un fortísimo abrazo, decir que aquí me tienes y que tu deseo era obligado cumplirlo pero no por ello dolorosísimo.

A Raúl, que le digo yo a Raúl...No hay palabras.

Mejor que se lo diga mi amigo Alfonso:

A Raúl.-


Duermete ya mi príncipe, descansa. Sueña que mañana, volverá a salir el sol.

Y sus ojos se cerraron para no despertar más.

.-Tito, ¿vas a venir mañana?, me decía Raúl con voz muy tenue, bajito, muy bajito.

.-Claro que si cariño, aquí estaré.

Y aquí estoy. Con un inmenso nudo en la garganta, pero lo prometido es deuda. Tu ya no me verás, pero seguro que estas letras emborronadas con este torrente de lágrimas llegarán a tu ya desvalido corazón.

Te acuerdas mi príncipe: "No se ve bien sino con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos."


Y tú serás para siempre parte esencial de mi vida, porque siempre te llevaré en esta pequeña mochila de sentimientos hoy rota por el dolor.

Raúl era, es... hijo de unos íntimos amigos mios, para ellos y para nosotros, sus hijos y los mios somos sus tíos.

Raúl era, es... un niño normal, feliz, sin aparentes problemas físicos, aunque hace cuestión de tres años comenzó a quejarse de que le dolían las piernas. Diego su padre, lo único que observaba eran algunos moratones y se lo achacaba a los golpes que se daba jugando al fútbol, su pasión.

Raúl era, es...sevillista. Su ídolo, como el de tantos niños sevillistas, Kanouté.

Un día, llegó a casa del colegio sangrando por la boca, al final era por las encías y con un aspecto muy pálido.

Le dijo a su madre que estaba muy cansado y se acostó a descansar la siesta. Al levantarse, el chico le comentó a sus padres que le dolían todos los huesos.

Sin tiempo que perder, directamente al hospital.

Desgraciadamente, tras unos interminables días de pruebas, analisis y sin poder dar crédito a lo que escucharon, Diego y Sonia, padres de Raúl,  comenzaron una carrera contrareloj sin saber a ciencia cierta donde y cuando llegarían a la meta.

Raúl tenía leucemia.

Desde entonces, tres tortuosos años de médicos, pruebas, tratamientos, quimioterápia, ingresos, hospitales...y muchas complicaciones.

Pero Raúl no se rindió nunca. A pesar que la enfermedad le iba consumiendo por dentro, él siempre tenía una sonrisa para los suyos, siempre tenía un te quiero para su tío Alfonso...

Joder, joder, joder.

Se me hace muy dificil continuar. Solo quería dejar constancia a Raúl, que su tío Alfonso también ha ido hoy a verle.

Que su diminuto corazón siente hoy más que nunca al lado mio. 

A sus padres, Diego y Sonia, mis hermanos y al pequeño Dieguito, solo puedo deciros que os queremos.

Lo que sentimos, ya os lo hicimos saber ayer. No caben palabras para consolar cuando no hay en el mundo consuelo que alivie estos momentos de tan inmenso dolor.

A ti, pequeño Príncipe, hoy, aunque no pueda verte, que sepas que te sigo sintiendo aquí a mi lado.

Recuerda mi niño, donde quieras que estés, recuerda:
"No se ve bien sino con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos".

PD:

A ver quién tiene argumentos para hacer ver a Diego y Sonia el poder creer en nada.

Yo no.

4 comentarios:

  1. Vaya tela, joder.

    Yo sólo sé que cuando llegue a casa le voy a dar tal abrazo a mi niño, que se va a preguntar que qué ha hecho para merecerse eso.

    Es que ante cosas así no se puede decir nada.

    Lo siento en el alma.

    Un abrazo

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  2. No tengo palabras, solo un abrazo muy fuerte a la familia de Raul.
    Un beso

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  3. DIOS!! QUE INJUSTO ERES

    UN FORTÍSIMO ABRAZO A ESA FAMILIA QUE TANTO DOLOR ESTÁN PASANDO.

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  4. Hoy es el segundo palo fuerte que llevo encima,el primero con RASAMA y su post de hoy y ahora este tuyo Juán Angel,me quedo mudo porque es que no se que decir ante esto,un abrazo a la familia de Raul y otro para ti hermano y perdonarme que no tenga mas palabras para este momento pero es que esto enmudece a cualquiera que tenga hijos/as y un mínimo de corazón.

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