Como el arco iris...

Artículo escrito por Marcu.



Ya han pasado unos días después de la presentación oficial de Marcelino García Toral como nuevo entrenador del Sevilla.

Antes de exponer mis sentimientos como sevillista, quiero hacer constar que me gustó en su presentación: sencillo, afable, correcto, buena expresión, exponiendo con una claridad meridiana su concepto del fútbol, su idea de equipo y sobre todo, su grandísima ilusión en dirigir a este nuevo Sevilla de este nuevo ciclo.

Ante decenas de periodistas y focos de cámaras, puso sobre la mesa su idea, su concepto de fútbol y sus objetivos en el Sevilla para la próxima temporada que no son otros que jugar Champions y luchar por títulos. Nada más y nada menos.

"Capacidad y conocimiento, trabajo y seriedad, concentración, actitud y disposición en el campo y sobre todo, muchas dosis de ilusión" fueron las palabras de nuestro Presidente D. José María Del Nido.

Marcelino ha caído bien en la afición. Lo sé. Se palpa en el ambiente.
Dijo en una ocasión el recien fallecido Jorge Semprún: "Cuando la atmósfera está contaminada y una buena lluvia lava dicha atmósfera, un arco iris aparece en el cielo para llenar de color nuestras vidas"

Espero no equivocarme porque en ésto del fútbol, todo depende de la frase esa tan manida "si entra la pelotita...", pero me da que a nuestro Club ha llegado la lluvia, ha limpiado la atmósfera y un hermoso arco iris se vislumbra en el cielo,renovando la ilusión de los sevillistas. Porque la lluvia es, al fin y a la postre, una nueva forma de reinventar la situación, mirando los errores del pasado reciente pero buscando con ilusión, esfuerzo y una buena dosis de aciertos el futuro más inmediato.

Creo que nuestros dirigentes se han dado cuenta de algunos errores cometidos anteriormente, en medio de esa lluvia de aciertos. Porque para conseguir "6 títulos 6", tienen que haber tenido lugar muchos, muchísimos aciertos en su gestión ya que esos seis títulos, no sólo son obra de Juande Ramos o de una ilusionada plantilla, que sí lo son, pero también de una sobresaliente gestión de este Consejo de Administración.

Como decía, nuestros dirigentes se han dado cuenta a tiempo, creo, que la Entidad estaba en puertas de cruzar esa peligrosísima linea roja, que una vez que se cruza ya es demasiado tarde para buscar soluciones.
Y para ello, todo hace indicar que se están poniendo las medidas oportunas para encontrarlas.

Ha llegado Marcelino García Toral y una bocanada de aire fresco y de ilusiones inunda al sevillismo.

Y no debemos tener dudas ni miedos absurdos de volver a construir una escalera cuyos últimos peldaños lleguen a las puertas del mismísimo Cielo, porque, entre otras cosas, allí, en el Tercer Anillo, cada sevillista tiene a su padre, a su madre, a su hijo, a su hermano, a su abuelo o simplemente a un amigo y cada uno de ellos es una Estrella reluciente que parpadea allá en el infinito en las noches mágicas del Ramón Sánchez-Pizjuán, a los sones del himno del Arrebato, con las gradas pobladas de bufandas y banderas carmesí.

Noches encendidas de aplausos, de olés, y de cánticos de la mágica grada de Gol Norte y que se extiende como brisa del Sur por todo en estadio.

Y allí están esas estrellas, parpadeantes y brillando como nunca o... como siempre. Son los nuestros.

En definitiva, es la gran fiebre de sevillismo total.

Ha llegado Marcelino Garcia Toral y con él llega la ilusión.
Y con ella, todos expectantes a que comience YA el espectáculo. Y cuando el espectáculo comienza y cerramos por un momento los ojos , vemos los alrededores del Sánchez-Pizjuán.

Hombres, mujeres y niños por doquier.

Amalgama de colores blancos y rojos, bufandas y banderas, metros y autobuses que cambien de color con la llegada de los aficionados.
Padres con niños de la mano que reflejan en sus caras inocentes la ilusión por ver a sus ídolos.
La juventud y sus inseparables botellonas preparando sus garganta para la gran batalla de los cánticos.

Trasiego total de sevillistas bajo dos colores dominantes: el blanco de la pureza y el rojo de la sangre hirviendo...

Es Nervión en día de partido. Es sevillismo en estado puro.

Y yo estoy otra vez ilusionado. Igual que ayer. Igual que hace 3, 5, 10, 20 años. Igual que siempre.
Ni quiero ni puedo ser de otra forma. Es más fuerte que yo. Y no consentiré que nada ni nadie, nunca, me robe esta ilusión.

Llega Marcelino García Toral y vuelve otra vez mi ilusión, mi esperanza, mi devoción sevillista, como ayer, como SIEMPRE

!!!Aquí estamos contigo, Sevilla!!!

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