Alérgico a la pólvora.

Tengo que confesar que hay cosas en esta vida, seguramente por mi ignorancia, que se me escapan, que no llego a entender por más que lo intento, os lo prometo.

En esto de "tu dijistes que yo dije...", nunca se quien fue primero, si la gallina o el huevo.

Bueno, nunca no, a veces si lo se.

A falta de seis jornadas para que acabe el campeonato liguero, el Sevilla, empeñando en hacer piruetas en el alambre, vive una situación totalmente desconocida en esta última década.

Sin premio mayor que llevarnos a la boca, el mal menor de que nos toque la pedrea parece complicarse con el paso de las jornadas.

Y es curioso, pero hasta hace bien poco con el premio gordo en el bolsillo, la situación era igualmente, tanto o más crispada que en la actualidad.

Lo cierto es que tras una temporada rara, rara, rara, ¡de cojones!, el Sevilla, el de Álvarez, el de Manzano, no ha sabido encontrar en ningún momento la senda que condujera al refugio que se supone se sabía casi de memoria en este siglo XXI; EUROPA.

Y a falta de seis jornadas, lo que nos queda es encontrar como sea ese refugio.

Y no va a ser fácil.

Y no hablo solo en lo futbolístico.

El calendario, después de tropezar en lo más llano una y otra vez, casi es lo de menos.

A un vestuario, raro, raro, raro, ¡de cojones!, lamentablemente, hay que sumarle la casi sentencia del inquilino del banquillo para dirigir al Sevilla la próxima temporada.

Un vestuario raro, un entrenador ¿sentenciado?, un fútbol mediocre, una afición desencantada, crispada, demasiado crispada.

¿Como afronta un profesional su trabajo sabiendo que este tiene fecha de caducidad?

¿Como afronta un vestuario su trabajo, sabiendo que el profesional que les dirije, tiene fecha de caducidad?.
¿Como afronta tu, aficionado, la desilusionante temporada de tu equipo, cuando ves que los objetivos, mayores y menores se pueden ir al traste?.

Ante todo esto, amigo, a ti y a mi, solo nos quedan dos alternativas.

Restar o sumar.

Para los no iniciados.

No hablo de criticar o no criticar.

Hablo de intentar, a sabiendas que la situación es la que es, que el equipo no acabe despeñandose ladera abajo.

Que igual al final acaba desparramado en el valle tras un soberano descalabro...

Pero tengo igualmente claro que no habrá sido por ese último empujón que yo le haya podido dar.

Cada cual es muy libre de tomar la actitud que crea conveniente.

Al igual que yo.

Al igual que los que la temporada pasada decidieron mostrar su "apoyo incondicional" al equipo, no asisitiendo al Sánchez Pizjuán mientras Manolo Jiménez fuera entrenador del Sevilla.

Supongo que este año, viendo el "excelso" juego del equipo, habrán reconsiderado su decisión y habrán asistido a todos los partidos...

Con esto solo quiero decir, y estoy seguro que alguno habrá que me salga por peteneras, que se puede, y en este caso más aún, se debe ejercer la critica porque la situación así lo demanda.

Creo que no soy dudoso en este vuestro blog de haberla ejercido cuantas veces la he considerado oportuna.

Cada cual tenemos nuestra manera de ejercerla y creo que la mia es tan respetable como la de cualquier sevillista, a secas, ni de verdad ni de mentira, sevillista.

Me parece a mi.

Lo que ocurre, es que eso de encender la mecha, me vais a perdonar, pero este que os escribe, es alérgico a la pólvora.

En cualquier caso, complicado panorama amigo.