El picador de piedras.

Muchas son las voces que se escuchan en los últimos tiempos en las que se denotan la añoranza por tiempos no muy lejanos.
El desencanto en la afición pese a que en lo deportivo y en lo Institucional el equipo ha crecido de forma extraordinaria es patente y fruto de ello, a mi entender, mucha de esa alegría y esa pasión con la que hemos vivido el Sevilla en la 1ª década del siglo XXI ha disminuido sensiblemente en estos últimos años.

¿Las razones?, imagino que cada uno de nosotros tendremos nuestra particular visión de las cosas.
Precisamente a raíz de lo sucedido en esta 3ª Edición del Trofeo Antonio Puerta, muchos han sido los foros en los que la gente se preguntaba eso mismo, ¿que es lo que nos está pasando?.

Yo creo que este proyecto es causa común de todos. Desde el último aficionado hasta el mismo Presidente. Y en todos y cada uno de ellos creo que deberíamos buscar las posibles razones del porque esa ilusión ha decrecido alarmantemente a pesar de como repito, el crecimiento de la Entidad en todos sus aspectos ha sido espectacular.

La grandeza de un equipo se mide por la suma de pequeños detalles.
La ambición, esa de la que ayer hablaba el comandante Drago y que el mismo echa de menos en el equipo.
La humildad, esa que el gran Joaquín Caparrós nos inculcó a todo el sevillismo para con muy poco, lograr mucho.

El trabajo, la ilusión, el esfuerzo, ese que nos llevó a las cotas más importantes en nuestros 105 años de vida.

Os invito a que leáis esta historia:

EL PICADOR DE PIEDRAS

Cuenta la leyenda, que un humilde picador de piedra vivía resignado en su pobreza, aunque siempre anhelaba con mucho deseo, convertirse en un hombre rico y poderoso. Un buen día, expresó en voz alta su deseo y cuánta sería su sorpresa cuando vio, que éste se había hecho realidad: se había convertido en un rico mercader.

Esto le hizo muy feliz, hasta el día que conoció a un hombre aún más rico y poderoso que él. Entonces, pidió de nuevo ser así y su deseo le fue también concedido. Al poco tiempo, se cercioró que, debido a su condición, se habían creado muchos enemigos y sintió miedo.

Cuando vio cómo un feroz samurai resolvía las divergencias con sus enemigos, pensó que el manejo magistral de un arte de combate, le garantizaría la paz y la indestructibilidad. Entonces, quiso convertirse en un respetado samurai y así fue.
Sin embargo, aún siendo un temido guerrero, sus enemigos habían aumentado en número y peligrosidad. Un día, se sorprendió mirando al sol desde la seguridad de la ventana de su casa y pensó: 'él sí que es superior, ya que nadie puede hacerle daño y siempre está por encima de todas las cosas. ¡Quiero ser el sol!'.

Cuando logró su propósito, tuvo la mala suerte de que una nube se interpuso en su camino, entorpeciendo su visión y pensó que la nube era realmente poderosa y así era como realmente le gustaría ser.
Así, se convirtió en nube, pero al ver cómo el viento le arrastraba con su fuerza, la desilusión fue insoportable. Entonces decidió que quería ser viento. Cuando fue viento, observó que aunque soplaba con gran fuerza a una roca, ésta no se movía y pensó: ¡ella sí que es realmente fuerte: quiero ser una roca! Al convertirse en roca, se sintió invencible, porque creía que no existía nada más fuerte que él en todo el universo.

Pero, cuál sería su sorpresa al ver, que apareció un picador de piedra que tallaba la roca y empezaba a darle la forma que quería, pese a su contraria voluntad. Esto le hizo reflexionar y le llevó a pensar que, en definitiva, su condición inicial no era tan mala y que deseaba de nuevo volver a ser el picador de piedra que era en un principio.
-------------------------------------------------------------------------------------------------

Desde esa atalaya en la que nos encontrábamos no hace mucho, picando piedras, se consiguieron los mayores éxitos de la historia del Sevilla FC.

De esa forma también se puede ser muy GRANDES, lo fuimos.
Se ganaron títulos, galardones, reconocimientos.
La obligación de ganar títulos a lo largo de la historia siempre ha sido para los dos "grandes... aprovechaos".

Nuestra obligación debe ser la de pelearlos, la de competir por ellos, (si es que nos dejan...).
Así vinieron las UEFAS, las Supercopas, las copas del Rey, las clasificaciones para la liga de campeones.

Con esto no trato de enjuiciar a nadie, no soy quien para ello. No trato de responsabilizar a nadie. Faltaría más. Me siento muy orgulloso de pertenecer a esta gran familia sevillista.
Ya os he comentado que esto es cosa de todos, afición, jugadores, entrenadores, dirigentes, etc...
Solo deseo invitaros a esta reflexión.

Las exigencias, las crisis, etc... como mensaje para crecer, están muy bien. De echo ha podido ser una de las piedras angulares de este proyecto.
Pero sería conveniente no perder de vista algo fundamental.
Somos el Sevilla FC, ni menos, ni más.
El Sevilla FC.