Sevilla FC 1 - 1 Racing de Santander: Que cada palo aguante su vela.

Titulé la previa que este partido era una buena oportunidad para subir la autoestima del equipo y de su técnico. Desgraciadamente, no solo no ha servido para ello, sino que además la sensación que ha dado el equipo en el campo es de un déficit de identidad absoluto.

Dispuso Antonio Álvarez sobre el césped el mismo dibujo táctico que en La Rosaleda el fin de semana pasado, con Gigarini como acompañante de Zokora-Guarente en la medular y con Negredo como referencia en ataque. En defensa, Martín Cáceres fue baja de última hora por problemas lumbares y fue sustituido por el malagueño Alexis.

Salvo el primer cuarto de hora de la primera parte, donde el Sevilla parecía tener el control del partido, el resto del encuentro ha sido un total depropósito en todas sus lineas.

Precisamente a los 15 minutos llegaría el gol del Sevilla. Penalti clarísimo de Toño sobre Alfaro que transforma el madrileño Negredo.
A partir de ahí, el equipo empezó a replegarse, y el Racing se fue haciendo con el control del partido.
Perotti pasada la media hora, tuvo una clarísima ocasión tras una buena pared con Negredo pero el argentino tiro al cuerpo de Toño que envió a corner. Fue lo único reseñable en la primera parte, por no decir del partido.

Antes del descanso, los cántabros pudieron irse a la caseta no ya con el empate, incluso pudieron remontar el partido en unos 5 minutos finales de esta primera mitad de patio de colegio por parte del Sevilla. Primero Arana y despues Adrian tuvieron dos clarísimas ocasiones solos ante Palop que no supieron culminar.

El balón en esta primera parte era del Racing. Cigarini, el hombre llamado a dar ese último pase, no encuentra su sitio, no da ni el último ni el primero. Le está costando al italiano leer los partidos y en ocasiones se le ve perdido sobre el césped.

Tras el descanso, ni un amago de reacción. El Sevilla seguía sin tener un atisbo de claridad en su juego.
A los 10 minutos de la reanudación, Cigarini pierde un balón absurdo en campo sevillista que llega a Adrián, centro de este al corazón del área donde no llega Zokora en el despeje y la pelota la recoje Pinillos que de volea fusila a Palop.
Justo premio para los racingistas. El Sevilla, desde el gol de Negredo de penalti, empezó a cavar su propia tumba, y al final acabó enterrada en ella.

Si la primera mitad fue mala, esta segunda fue soporífera. Solo la entrada de José Carlos, que entró por Cigarini pareció dar un aire algo más fresco al ataque sevillista pero insuficiente. Acosta y Luis Fabiano entraron por Alfaro y Negredo respectivamente pero su aportación paso desapercibida.
De nuevo me parece a mi que se tardo un mundo en realizar los cambios.
La segunda parte necesitaba algo nuevo que reactivara el equipo. No lo entendió asi Antonio Álvarez que hasta el minuto 70 no realizó el primer cambio de José Carlos por Cigarini.

Amén de las consideraciones tácticas que se puedan hacer del partido, los jugadores no pueden irse de rositas. No se puede permitir el juego de patio de colegio que por momentos han realizado unos profesionales que se suponen aspiran a jugar la champions el año que viene.
No se libra nadie. Habría que exigirles a todos, mucho más de lo que nos están ofreciendo a todos.
Una vez más, y van unas cuantas, ni en el césped ni en el banquillo se ha estado a la altura de las circustancias.
Esperemos que más pronto que tarde alguien encienda una luz en esta casa que desde agosto anda a oscuras.
No se puede ir por este mundo del fútbol dando palos de ciego.
Cada partido que pasa, se acrecientan las dudas. Digo yo que en algún momento habrá que salir de ellas.
Llegado ese momento, que cada palo aguante su vela.

Nota del post:
José María Del Nido: "Ha habido pitos de un sector del público que se ha quedado descontento con todo lo que ha visto, imagino", a los que buscó receptores: "No sé a quién los dirigían, entiendo que los pitos serían generalizados, para todos, el presidente, el cuerpo técnico, los jugadores... Para todos los responsables".

Lo dice el Presidente.
Dicho queda.