Se acabó el Carranza. Se acabaron las probaturas.

Se acabó. Ya no hay más.


El próximo partido ya será oficial, la ida de la supercopa de España frente al FC Barcelona, y para entonces, Antonio Alvarez debe tener ya algunas cosas claras. Esperemos.
Vuelvo a insistir en que estos partidos son de pretemporada y que sirven para lo que sirven.
No puede ni debe ser ningún termómetro que mida el nivel del equipo, pero no cabe duda que hay algunos aspectos que desde el punto de vista de aficionado, como mínimo preocupan.

Decir de antemano que la horita del partido en Agosto, en Cádiz, es una atrocidad, que el campo estaba infernal, pero que igualmente estas inclemencias lo eran para los dos equipos y no pueden servir de excusa.
Un equipo totalmente renovado con respecto al día de ayer, con un cambio táctico en el mismo, un 4-3-3, donde daba entrada a Romaric, junto a los italianos Guarente y el debutante Cigarini en la medular, y un trio atacante con Negredo y los canteranos Rodri y José Carlos escorados a las bandas. En la defensa en esta ocasión junto a Javi Varas en la portería estuvieron Cala y Fazio como centrales junto con Dabo y Luna en los laterales.
Esta 1ª mitad acabó con empate 1-1, donde el argentino Fazio, tras un muy buen pase de Cigarini, igualó el gol previo del Cádiz de Caballero que se adelantó en el marcador.

Ya en los últimos 20 minutos de la 2ª mitad, refrescó Antonio Alvarez el equipo con Navas, Perotti, Alfaro, Zokora, y fue en estos minutos donde el equipo quizás tuviera algo más de claridad a la hora de llegar al área cadista.
En esta 2ª parte, dos goles de Negredo y uno de Aarón por parte del Cadiz, de penalti, firmaron el 2-3 definitivo.



Hoy el rival que había enfrente era un 2ªB, y por momentos, yo he visto a este 2ªB tocar con más criterio que lo que en intención se le presume a este Sevilla de Champions.
Uno puede imaginar más o menos, cual sería hoy por hoy el equipo titular, pero de veras que a mi me cuesta ver todavía a que va a jugar este Sevilla.

Debutaba Luca Cigarini, al que tampoco se le podía pedir mucho en su debut, máxime con las circunstancias antes expuestas y que para un jugador de ese corte dificultan en exceso su juego.

Andúvo gran parte desaparecido en el campo, recordemos que lleva muy pocos entrenamientos con el grupo, pero si que al menos, en contadas ocasiones se le vio eso que se le presume, buen toque de balón y visión para dar ese último pase, aunque no estuviera muy afortunado.

Destacar los 2 goles de Negredo, después de un pésimo partido, otro más, pero que esperemos que revitalizen a un jugador al que no se le ha podido olvidar ese olfato goleador que demostró en Almería.

Es de desear que este halo de pesimismo que parece haberse instalado el el aficionado sevillista tras este soporífero trofeo Carranza, se torne en optimismo a partir del próximo sábado 14.
Las pretemporadas están para lo que están. Pruebas, cambios, asimilar conceptos, corregir errores...
A partir de ya, el cuerpo técnico deberá ordenar sus apuntes, sacar conclusiones, y hacer que este Sevilla 2010-2011 empiece a dar aunque solo sea, síntomas de lo que se le espera.

Se acabaron las probaturas. Empieza el desafío para un Sevilla al que la exigencia es altísima.
Preparados, listos.....